_
_
_
_

Lord Wimborne, dispuesto a vender el cuadro de Goya al Gobierno español con un "importante descuento"

El hombre que exportó 'La marquesa de Santa Cruz' está encarcelado en Argentina

Lord Wimborne, actual propietario del cuadro de Francisco de Goya La marquesa de Santa Cruz, está dispuesto a no sacar el lienzo a subasta pública y vendérselo al Gobierno español al precio normal del mercado internacional, "menos un importante descuento". "El Gobierno español", ha contestado el Ministerio de Cultura, "no puede aceptar que el cuadro sea objeto de comercio normal". Lord Wimborne compró el lienzo de Francisco de Goya a Pedro Antonio Saorín Bosch, que actualmente está encarcelado en una prisión de Argentina acusado de presunto delito de estafa.

Más información
Exportación ilegal y falsifación de documento

Lord Wimborne y sus abogados, que insisten en que sus documentos están en regla, aunque no quisieron mostrarlos al enviado especial de este periódico, dijeron que venderían el cuadro de Goya al Gobierno español con una importante rebaja en el precio y paralizarían, pues, la subasta proyectada. "Estamos dispuestos a estudiar cualquier oferta que nos haga el gobierno español", declaró Wimborne.Fuentes del Ministerio de Cultura español aseguran que en los documentos aludidos, utilizados para la exportación del cuadro, figura una Dirección General del Patrimonio, inexistente, perteneciente al Ministerio de Educación.

Según la versión de lord Wimborne, La marquesa de Santa Cruz abandonó España el 6 de abril de 1983 a bordo de un Jumbo 747 de la compañía Aerolíneas Argentinas. El lienzo, que es de grandes dimensiones, viajó entero, sin doblar, en la bodega de ese avión -vuelo 1.126- que cubrió el trayecto de Madrid a Zúrich (Suiza). Son datos que ha aportado ahora lord Wimborne, el actual propietario de La marquesa de Santa Cruz, que asegura habérselo comprado al día siguiente, 7 de abril, por mucho dinero -no quiso precisar la cantidad- a Pedro Antonio Saorín Bosch, el hombre que facturó el cuadro y viajó con él hasta Zúrich.

Pedro Antonio Saorín Bosch, que al parecer nunca volvió a España desde entonces, está actualmente encarcelado en la prisión argentina de Villa Devoto, acusado de presunta estafa, informa Martín Prieto desde Buenos Aires.

Saorín es uno de los tres personajes relacionados con este asunto procesados por la justicia española. Los otros son el marchante londinense de arte Michael Simpson y la propietaria del cuadro hasta 1983, Mercedes Fernández Valdés, que vendió el cuadro a Saorín.

"No somos contrabandistas"

El Gobierno español ha cursado, a través de los canales habituales en estos casos, tres demandas de extradición a la República Argentina, pero las tres han sido desestimadas en aquel pais por defectos de forma. Una nueva petición de extradición sería difícil de conseguir, porque tendría prioridad el presunto delito cometido en Argentina.Lord Wimborne, después de comprar el cuadro a Saorín, lo envió a Los Ángeles. La marquesa de Santa Cruz, según cuenta Wimborne, viajó a aquella ciudad norteamericana el 11 de mayo de 1983. Un abogado del grupo era el encargado de portarlo. Allí lo ofreció al Museo Paul Getty, que, alertado por el Gobierno español, rechazó la oferta. Este museo, fundado por el millonario del mismo nombre, se ha hecho acreedor a cierta reputación en el mundo del arte por la compra de obras de arte particularmente valiosas.

"Me sorprendió que alertaran al Museo Getty diciendo que era un cuadro robado", dice Wimborne. "Si nosotros hubiéramos tenido alguna duda de que el cuadro era robado, no lo habríamos comprado. No somos contrabandistas".

Geoffrey Grime, director de la firma Coopers & Lybrand, con sede en la isla de Jersey, y administrador de los bienes de Wimborne, dice que le sorprende saber que Michael Simpson esté perseguido por la justicia española. "En agosto de 1983, Scotland Yard interrogó a Simpson por requerimiento de la Interpol", dice Grime. "Desde entonces, nadie le ha vuelto a molestar. Me parece injusto que sigan poniendo en entredicho el nombre de un marchante de arte tan conocido".

Rechazada la oferta por parte del Museo Paul Getty de Los Ángeles, el abogado del grupo Wimborne volvió el 10 de julio de 1983 con La marquesa de Santa Cruz a Zúrich. "El cuadro", dice ahora Wimborne, "ha permanecido hasta diciembre de 1985 en una cámara de seguridad de la zona libre del aeropuerto de Zúrich".

La marquesa de Santa Cruz está ahora en Londres, en la sala de subastas Christie's, con una licencia de estancia temporal en el Reino Unido. Para Wimborne, el Gobierno británico no tiene nada que ver en el conflicto que se ha creado con el Gobierno español. El grupo familiar de lord Wimborne, que fundó en el siglo pasado un negocio de altos hornos, tiene su sede oficial en la isla de Jersey, que constituye un paraíso fiscal. Lord Wimborne vive desde hace 10 años en París y dice tener una colección de arte formada fundamentalmente por pintura inglesa del siglo XVIII.

Lord Wimborne insiste en que los contactos con el Gobierno español desde que ostenta la propiedad de La marquesa de Santa Cruz han sido constantes. "Si hemos decidido subastar el cuadro ahora ha sido después de intentar, desde el principio, vendérselo, y sin éxito, a las autoridades españolas".

Las nubes del cuadro

Según Wimborne, sus abogados han mantenido contacto, fundamentalmente, con un abogado español que actuaba en representación del Gobierno español."La primera reunión se celebró en París, en febrero de 1985", dice Grime; "la segunda, en Londres, en marzo de 1985, y la tercera en Madrid, en mayo de 1985. En diciembre de ese mismo año enviamos una carta con el ultimátum; vender el cuadro en pública subasta es una forma de limpiar nuestro nombre".

Tanto Wimborne como los abogados de su compañía se negaron nuevamente a facilitar el nombre de ese abogado español, que, según ellos, "pertenece a un conocido bufete madrileño" y que ha participado en las negociaciones.

El Ministerio de Cultura, por su parte, insiste en que no ha habido, oficialmente, gestiones en este sentido. Cuando a lord Wimborne se le pregunta si no tiene la tentación de quedarse con el cuadro de Goya, dice: "Lo compré para hacer negocio; además, no puedo guardarlo porque hay muchas nubes alrededor".

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_