El Ejecutivo tendrá que definir cuál será la contribución española a la Alianza, aunque no esté en el mando integrado
Dentro o fuera de la estructura militar, integrada o no, al ser la OTAN una organización de defensa, todo país tiene una contribución militar. La pregunta del referéndum, según medios atlánticos, elude la cuestión básica de cuál será la contribución militar española a la OTAN -prometida por el Gobierno en otras declaraciones- y cómo se va a estructurar. La no nuclearización y la no incorporación en la llamada estructura militar integrada de la OTAN no implica que España no vaya a compartir los riesgos militares de sus aliados.El Tratado de Washington no establece ninguna diferencia entre estructura militar y estructura civil. De hecho, los manuales de la OTAN hasta 1966 -fecha en que Francia se retiró de la estructura integrada de mandos- sólo hablaban de la parte civil y la parte militar de la organización.
No obstante, la estructura militar, según el manual, no incluye el Grupo de Planes de Defensa o el Grupo de Planes Nucleares -Francia no participa en ellos, pero España sí-, aunque sí incluye, además de la cadena de mandos integrados, el Comité Militar, organismo al que ya está incorporada España.
El Comité Militar, que elabora los documentos de doctrina militar y ante el cual son responsables los mandos integrados de la OTAN, es la más alta autoridad militar de la Alianza. Apurando, no es estructura militar integrada, pues no manda sobre fuerzas.
No incorporación a la estructura militar integrada significa que los mandos internacionales de la OTAN no tendrán jurisdicción sobre el territorio español. Es decir, que los mandos de la OTAN no puedan hacer planes de uso del territorio' español, salvo de acuerdo con las autoridades militares españolas. Ninguna fuerza española estaría asignada para, en caso de crisis, pasar bajo un mando OTAN.
Hay países en la estructura militar integrada -Reino Unido, Portugal (y Francia antes de 1966) y el aliado principal, Estados Unidos- sobre cuyos territorios no planea la OTAN. Es lo que se viene a llamar territorios exentos de mando, aunque todos ellos tienen tropas asignadas a la OTAN fuera de sus territorios.
Lo que al final puede significar, en la práctica, la fórmula del referéndum, estimaron medios atlánticos, es que España mande sobre sí misma (como si dispusiera de un mando propio en la OTAN).
Vinculación fáctica
Al margen del formalismo de las estructuras militares, cabe señalar que el comandante supremo aliado en Europa, actualmente el general Bernard Rogers, es también el comandante de las fuerzas estadounidenses en Europa, incluidas las que se encuentran en España. Con lo cual la vinculación fáctica, si bien no jurídica, de España a la cadena de mandos de la OTAN es una realidad desde hace años.
El artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte implica un compromiso de defensa colectiva. Y por tanto, de planeamiento de esa defensa y coordinación de las contribuciones. Francia lo hace a través de acuerdos directos y enlaces entre sus estado mayores y los de la OTAN.
España tendrá que hacerlo de algún modo, a través de los planes de defensa que discuten los ministros del ramo (exceptuado el francés), a través del Comité Militar y a través de enlaces ante los mandos de la OTAN (y España ya dispone de uno de ellos ante el Mando Aliado del Atlántico -ACLANT- en NorfoIk (EE UU), el único pie español, por el momento, en la estructura militar integrada). Esto habrá que negociarlo con los aliados.
Con algo de sorna, fuentes atlánticas señalaron ayer que lo que el Gobierno propone, para la OTAN, es algo así como la División Azul para el Tercer Reich: "Nunca estuvo bajo mando, aunque sí bajo control operativo, alemán".
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