Altos funcionarios suryemeníes piden desde Moscú el cese de hostilidades "entre camaradas"
El primer ministro de Yemen del Sur, Jaidar Abubaker al Attas, y el ministro de Asuntos Exteriores, Abdul Aziz al Dali, que se encuentran en Moscú, hicieron el sábado un llamamiento al cese de las hostilidades en su país y apelaron a la "responsabilidad nacional" de los "camaradas y compañeros de armas" enfrentados, según informó la agencia soviética Tass. El eventual triunfo de los sublevados pondría a Moscú en parte en una posición incómoda, ya que tanto Al Attas como Al Dali pertenecen al Gobierno existente bajo el mandato de Alí Nasser Mohamed, secretario general del Partido Socialista Yemení y presidente del Consejo Superior Popular de Yemen del Sur.
En una exhortación al Politburó del partido socialista yemení, al Ejército y al pueblo de Yemen del Sur, los dos altos funcionarios, que llegaron a Moscú el día 16 procedentes de Nueva Delhi, expresaron su "profundo pesar" por los "enfrentamientos armados entre camaradas y compañeros de armas en una lucha común". Tras afirmar que el pueblo suryemení es finalmente la víctima de las hostilidades, Al Attas y Al Dali pidieron el cese del derramamiento de sangre y la puesta a salvo de la población frente a la amenaza de la muerte, el terror y el hambre. Ambos instaron a la "fidelidad a los principios del partido y a los intereses de la patria y del pueblo", y pidieron que se normalizase la situación. "El cese del derramamiento de sangre", afirmaron, es una "exigencia nacional cuyo inmediato cumplimiento es obligación de todos los combatientes del Partido Socialista Yemení"."El lenguaje de los fusiles y los cañones" debe ser sustituido, según el mensaje, "por los valores y las normas morales del partido y el pueblo". Los combatientes fueron requeridos a "elevarse hasta el nivel de la responsabilidad nacional" y a reconocer que "queda un difícil camino por recorrer para liquidar las consecuencias de los trágicos acontecimientos".
La URSS y Yemen del Sur están vinculados por un tratado de amistad y cooperación que data de 1979. Dado que entre los sublevados contra el presidente Alí Nasser Mohamed hay dirigentes que profesan ideas marxistas-leninistas de carácter más radical que las imperantes bajo el mandato de Alí Nasser, Moscú ha mostrado una actitud cautelosa en el conflicto, evitando tomar partido y, en opinión de medios árabes, comprometerse con los eventuales perdedores en el conflicto.
Recibimiento inesperado
Ello se evidencia, supuestamente, en el recibimiento dado a Al Attas y Al Dali, quienes, según el protocolo, hubieran debido encontrarse en Moscú con sus homólogos gubernamentales, dada su categoría de primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores. Medios árabes estaban convencidos de que los funcionarios iban a ser recibidos por el jefe del Gobierno soviético, Nikolai Rishkov.Sin embargo, no fue así, y los interlocutores soviéticos que les atendieron -de alto rango- lo hicieron en el marco del Partido Comunista de la URSS. Se trató de Igor Ligachov, miembro del Politburó e íntimo colaborador de Gorbachov, y de Boris Ponomariov, miembro candidato del Politburó y responsable de relaciones internacionales en el Comité Central del partido.
En un despacho fechado en Kuwait, la agencia Tass manifestaba ayer que la situación en Adén continuaba siendo "difícil y tensa" y que proseguían los enfrentamientos armados, con gran pérdida de vidas humanas. Tass señalaba también que proseguían los esfuerzos para evitar el derramamiento de sangre. Los medios soviéticos no se han referido a la operación de evacuación de ciudadanos de este país desde Yemen del Sur, y en un primer momento, cuando la situación parecía controlada por Mohamed, Tass se había referido a "un intento de golpe de Estado" dirigido contra la revolución yemení y había informado que para responder a los "contrarrevolucionarios" el Politburó del Partido Socialista Yemení había fundado un comité especial que condenó a muerte a Antar y a Ismail.
Un convencido prosoviético
Antar e Ismail, que ahora parecen ser los hombres fuertes de Yemen del Sur, eran nombrados sin ninguna referencia personal. Abdul Fatah Ismail, que permaneció en la URSS en un exilio voluntario desde 1980 a 1985, había sido presidente de Yemen del Sur, ocupaba un cargo en el Politburó y es considerado un convencido prosoviético.Para la URSS, el futuro de sus relaciones con Yemen del Sur es crucial debido a la situación geográfica clave del país, entre el Mar Rojo y el Mar Arábigo, donde la URSS se aprovecha de las facilidades de escala que el puerto de Aden ofrece a su flota y donde, además, posee una base naval en la isla de Socotra, frente a Aden.
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