La comunidad ecuménica de Taizé creará un organismo para ayudar al Tercer Mundo

La comunidad ecuménica de Taizé (Francia) creará un consejo intercontinental de ayuda al Tercer Mundo "para, sin humillar a los países más pobres, contribuir al desarrollo", manifestó ayer el creador de la citada comunidad, hermano Roger, a su llegada al aeropuerto de Barcelona. En esta ciudad se celebra un encuentro auspiciado por Taizé que reúne a 25.000 jóvenes europeos. Esta iniciativa no supondrá ninguna nueva forma de recaudación de fondos para el Tercer Mundo, sino la potenciación de las ya existentes. El hermano Roger fue recibido en el aeropuerto barcelonés de El Prat por Antoni Serramona, delegado de pastoral de la juventud de la diócesis de Barcelona, en representación del cardenal arzobispo, Narcís Jubany.

El anuncio de la creación de este consejo intercontinental realizado por el hermano Roger, que a partir de ayer participa en las celebraciones que los jóvenes convocados por Taizé celebran en Barcelona, coincidió con su llegada de Madrás (India) donde tomó parte en un encuentro de parecidas características realizado por jóvenes del continente asiático. Ambos encuentros se desarrollan bajo el lema Una peregrinación de confianza a través de la tierra.La llegada de jóvenes procedentes de toda Europa a la capital catalana se inició el pasado día 30 y el encuentro concluirá el próximo 3 de enero. Para hoy, jueves, está previsto que el cardenal Jubany asista a los actos programados en la basílica de Santa María del Mar y que serán seguidos desde distintas dependencias por los 25.000 jóvenes llegados a Barcelona, de los que unos 5.000 son españoles.

El encuentro de Barcelona ha estado marcado por la carta de Madrás, ciudad en la que un grupo de religiosos de Taizé han vivido por espacio de unos meses. La carta de Madrás se centra en la esperanza y en la reconciliación entre los hombres, para que "surja una confianza en la tierra, en el Este o en el Oeste, en el Norte o en el Sur".

Junto con este documento, otro de los asuntos que se debaten es la posibilidad de convertir las Naciones Unidas en un foro de cooperación. El pasado mes de julio, el hermano Roger entregó al secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, un escrito en el que exponía una serie de reflexiones acerca de la situación de subdesarrollo en que vive una parte de la humanidad. "Una de las condiciones de la paz", afirma el citado texto, "reside en una repartición equitativa de los medios materiales a través de la tierra. Es esencial, pues, establecer un nuevo derecho económico que concierna al alojamiento, la salud, la alimentación básica, situado todo ello al mismo nivel que los demás derechos humanos".

Desarme total

En este texto se aboga por el desarme total supervisado por las Naciones Unidas, "las conversaciones para un desarme limitado generalmente conllevan discusiones interminables que dejan en suspenso la situación de inseguridad". El documento afirma que "muchos jóvenes se atreverán a ser embajadores de confianza allí donde existe recelo y portadores de paz allí donde hay humillaciones".