Los efectos de la interleukina

La regulación del sistema inmune por factores hormonales llamados interleukinas es en la actualidad una de las áreas de investigación más activas en el campo de la inmunología, aunque su desarrollo es muy reciente.Sus inicios se remontan a 1976, cuando el científico norteamericano Robert Gallo describió que el líquido sobrenadante de linfocitos estimulados era capaz de inducir el crecimiento continuado de linfocitos T (subtipo de linfocitos), aislándose el factor responsable de la proliferación de los mismos, al que se denominó posteriormente interleukina 2 (IL2). Se pensó que esto podría conducir a la inmortalización de dichas células T.

Manuel Ortiz de Landázuri, jefe de la sección de Inmunología del hospital de la Princesa, de Madrid, que trabaja actualmente en la producción y estudio de las funciones y mecanismos de las IL2, explica que, "aunque no completamente conocido, el esquema más aceptado para explicar la respuesta de los linfocitos T al estímulo de antígenos agresores como los de los virus consiste en dos etapas. En primer lugar, una de activación de las células T, seguida de una segunda de proliferación de las mismas. Tras el estímulo de un antígeno extraño al organismo, ciertas células T vírgenes (no activadas) adquieren en su superficie receptores específicos para la IL2".

Por otra parte, la IL2 es producida por otra serie de linfocitos T, previa activación de los mismos por estímulos antigénicos y por la llamada ILI (otra interleukina producida por unas células del organismo llamadas macrófagos).

El resultado final consiste en que la IL2 así producida actúa sobre sus receptores específicos en las células T, produciéndose la proliferación de dichos linfocitos. Steven Rosemberg observó que in vitro la interacción de la IL2 con linfocitos humanos normales producía un efecto citotóxico (destrucción de varios tipos de células tumorales).

Proceso

Este científico norteamericano incubó primeramente in vitro linfocitos T con IL2, de potencial citotóxico. Seguidamente inyectó in vivo dichos linfocitos citotóxicos a pacientes cancerosos estudiados por él. Por último, inyectó in vivo IL2 a dichos pacientes para que las células T ya inyectadas siguieran creciendo y se continuara el efecto citotóxico.

No obstante, no es bien conocido el mecanismo de este fenómeno de producción del efecto citotóxico, así como tampoco lo son los mecanismos inmunológicos en el cáncer. Algunos investigadores llegan incluso a dudar que el sistema inmunitario juegue un papel esencial en el proceso defensivo contra el cáncer. La experiencia del equipo de Rosemberg es muy limitada a causa del reducido número de pacientes tratados y el escaso tiempo de seguimiento de los mismos.

Por otra parte, el conocimiento de los efectos secundarios del empleo como medicamento de la IL2 no es tampoco completamente conocido. Hasta el momento tan sólo se han observado problemas de retención de líquidos en el organismo de los pacientes tratados.

Pese a que estas investigaciones todavía se encuentran en fase experimental y por tanto los resultados todavía no son evaluables con el rigor científico exigible, lo que sin duda pueden aportar es un mayor y mejor conocimiento de los fenómenos inmunológicos del organismo humano y los fisiopatológicos del proceso canceroso.