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Tribuna:LOS PROBLEMAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
Tribuna
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La FAO y el hambre en el mundo

La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FA6) es un organismo autónomo que, dentro del sistema de las Naciones Unidas, tiene encomendadas como funciones fundamentales elevar los niveles nutricionales y de vida de la población mundial, aumentar la producción y distribución de alimentos y mejorar la situación de la población rural.Como principal organismo internacional que se ocupa de la agricultura y de la alimentación, debe cubrir toda la gama de actividades en estos campos, que van desde enseñar a los agricultores nuevas técnicas productivas hasta asesorar a los Gobiernos para lograr un comercio internacional más estable y equitativo.

Está claro que, después de 40 años desde su fundación, el problema del hambre en el mundo sigue existiendo y que todavía la malnutrición afecta a unos 500 millones de personas, lo que supone aproximadamente una octava parte de la población mundial.

Las causas de que esta situación perdure son complejas. El diagnóstico de las razones del hambre en el mundo ha. sido enunciado repetidamente. Las medidas que han de tomarse han sido prácticamente aceptadas y consensuadas por todos los países del mundo. Sin embargo, el problema continúa. El hambre sigue haciendo estragos porque el tratamiento resulta difícil de ser llevado a la práctica. Cuando hay que ejecutar las medidas es cuando surgen los problemas.

Desgraciadamente, no todos los países están de acuerdo en la aplicación de las soluciones. Los países desarrollados estiman que pasan, sobre todo, por una mayor atención y dedicación de recursos a la agricultura en los países azotados por el hambre, junto con un control de la natalidad y una mejor utilización de las ayudas internacionales, Los países en vías de desarrollo piden mayor generosidad, más oportunidad y menos condicionantes políticos a las ayudas, y, sobre todo, que los donantes destinen los recursos que permitan mejorar las producciones locales y rehabilitar sus agriculturas.

En la práctica, las, ayudas de los países donantes están con frecuencia más supeditadas a situaciones internas de mercados, a relaciones de amistad política, a expansión de sus propios sectores industriales e incluso a una colonización de mercados exteriores más que a una auténtica generosidad.

Los países en vías de desarrollo dedican a veces sus. escasos recursos a sectores menos prioritarios que el agrario. Distribuyen las ayudas en función de condicionantes políticos, especialmente si existen situaciones bélicas internas, e incluso llega a haber desviación de las ayudas a fines distintos de aquellos para los que fueron concedidas.

La FAO ha llevado a cabo una labor importante. Los programas de cooperación técnica han hecho posible que muchas áreas geográficas antes estériles hayan sido puestas en producción; que cultivos degenerados, con productividades bajísimas, hayan sido regenerados con nuevas semillas, fertilización de tierras e irrigación adecuada, quintuplicando e incluso decuplicando las cosechas; que plagas que eran una auténtica pesadilla no sean más que un recuerdo; ha enseñado a comercializar mercancías, ha creado y fomentado industrias locales que han revalorizado los productos, ha sido un importante instrumento de investigación y difusión agraria y pesquera, etcétera. El resultado es que en 1984 se produjeron más alimentos por habitante que nunca.

Erradicar el pesimismo

El pesimismo y el fatalismo no son válidos. Los ejemplos de que el problema tiene solución los encontramos en China y en, la India, donde la situación ha cambiado radicalmente en pocos años. Si este año en Etiopía, donde el índice de precipitaciones pluviométricas ha sido adecuado, se hubiese dispuesto de semillas y fertilizantes y los conflictos internos hubiesen permitido aplicar los recursos, el problema para el próximo año sería mucho menos acuciante.

España tiene que desempeñar un papel fundamental como nexo de unión entre los países de América Latina y los ribereños del norte de África con la CEE, en la que acabamos de incorporarnos.

Ismael Díaz Yubero es representante permanente de España ante la FAO.

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