Temor al boicoteo de los comicios de mañana
La jerarquía élciesiástica de Guatemala coincide con el Gobierno en su temor a un nuevo triunfo del voto nulo o en blanco en las elecciones de mañana. Por eso los obispos ha hecho un llamamiento en el que recuerdan el deber de votar. La propaganda ínstitucional y del Gobierno guatemalteco dice: El voto libre nos hará libres y los anuncios que difunde la televisión afirman que "votar en blanco o anular el voto es traicionar a la dernocracia". A pesar de ello, se espera un elevado índice de abstencionismo y de votos nulos, que pueden ser considerados expresión de la desconfianza en el proceso electoral.En las elecciones para la Asamblea Constituyente celebradas en julio de 1984, el número de votos blancos y nulos fue de 460.000, mayor que el de los conseguidos por cualquiera de los.partidos contendientes.
Los votos nulos y en blanco alcanzaron en aquella ocasión un 23%, mientras que la Democracia Cristiana (DCG), el partido más votado, consiguió un 19%.
Este abstencionismo parece más bien un producto de la desconfianza popular que de la acción guerrillera en contra de las elecciones. La guerrilla guatemalteca tiene ya más de 25 años y sus acciones aisladas dan la impresión de escasa fuerza y de que se trata más bien de sobrevivir.
El proceso electoral es un paso más en el intento de quitar bases a la subversión; este intento democrático sólo podrá triunfar si el país consigue superar la crisis económica.
Los incidentes de primeros de septiembre pasado, con ocasión de la subida de precios, pusíeron de manifiesto el grado de descontento popular. En aquella ocasión, los disturbios tuvieron un carácter espontáneo, sin que ninguna de las organizaciones guerrilleras y, por supuesto ninguno de los partidos de la Asamblea, fuese capaz de canalizar y dar curso a la revuelta popular.
