La CEE tomará represalias en la guerra comercial con EE UU

La guerra comercial de los espaguetis y las frutas, planteada desde el mes de julio y que enfrenta a Estados Unidos con la Comunidad Económica Europea, estalló ayer. La CEE decidió la aplicación in mediata de medidas de represalia contra los limones y nueces procedentes de Estados Unidos, en respuesta a la decisión de Washington de aumentar fuertemente los derechos arancelarios sobre las pastas alimenticias europeas. Paradójicamente, la CEE y EE UU anunciaron ayer haber alcanzado un acuerdo de principio para la limitación de las exportaciones siderúrgicas comunitarias con destino al mercado norteamericano. El acuerdo, que sustituirá a partir de enero al anterior pacto firmado en 1982 y que aún debe ser sometido a la aprobación del Consejo de Ministros de la CEE, prevé limitar las ventas de acero al 5,7% del consumo de EE UU.

En un comunicado difundido ayer, la Comisión Europea anunció que la CEE aplicará inmediatamente medidas de represión sobre las importaciones de nueces y limones procedentes de EE UU".

Estados Unidos había aceptado el pasado mes de julio una tregua de cuatro meses que finalizó el 31 de octubre. En contrapartida, la CEE, como acercamiento a Washington, había disminuido las subvenciones a la exportación de pastas alimenticias.

Si embargo, el pasado jueves, la Administración Reagan decidió aumentar los aranceles del 2,5% al 25% para las pastas con huevo procedentes de la CEE, fundamentalmente de Italia, y del 8% al 40% para las que no contienen huevo. La decisión de la Comunidad será imponer tarifas aduaneras equivalentes contra las compras de nueces y limones estadounidenses, importaciones que representan anualmente un millón y 32 millones de dólares, respectivamente. La CEE considera que "Estados Unidos ha tomado la responsabilidad de desencadenar un proceso que no puede más que perjudicar a las dos partes", informa Vrance Presse.

Política mediterránea

Los productos objeto de la fricción son una simple anécdota, porque la suma de los intercambios globales apenas supera los 9.660 millones de pesetas al año. La verdadera razón del conflicto, según Willy de Clercq, comisario europeo encargado de las relaciones exteriores, es que la decisión estadounidense representa una amenaza para la política mediterránea de la CEE y de ayuda a otras naciones del Tercer Mundo. Estados Unidos, con el apoyo de un grupo de expertos del GATT, interpreta que las preferencias dadas a los agrios de Marruecos o Israel, por ejemplo, frenan sus ventas.

El mantenimiento en el futuro de estas ventajas ha sido la principal discrepancia interna en la CEE sobre la política mediterránea de los próximos años.

España, como país miembro, tiene condiciones de venta a los países comunitarios para sus naranjas y uvas de mesa peores, por ejemplo, que Marruecos durante los primeros cuatro años desde la adhesión. Francia presiona para que ese trato favorable se perpetúe, a lo que España se opone.