_
_
_
_
_
SEGURIDAD Y DESARME

Reagan intenta hoy en la ONU recuperar la iniciativa ante la la 'cumbre' de Ginebra

Francisco G. Basterra

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, aprovechará hoy el foro de la ONU, que celebra su 402 aniversario, para tomar la iniciativa en la batalla de propaganda previa a la cumbre de Ginebra con Mijail Gorbachov, en la que la Unión Soviética ha mantenido hasta ahora la delantera. Reagan se, reunirá también en Nueva York con los líderes de sus principales aliados (con la excepción de Francia) para reforzar la cohesión a un mes vista de su reunión con el líder soviético.

Reagan denunciará en su 1 discurso ante la ONU el "expansionismo soviético en el Tercer Mundo", criticará la violación de los derechos humanos en la URSS y pedirá la retirada de las tropas de Moscú de Afganistán. "Deseamos poner a la URSS a la defensiva", explicó un portavoz de la Administración norteameri cana. A pesar de esta, actitud más beligerante, Reagan anunció an, tes de su discurso que está decidido a establecer "una relación más constructiva con. la Unión Soviética" pero que, para ello, es necesario hacer una evaluación realista de las relaciones entre las dos superpotencias. El presidente transmitirá esta idea al ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnazde, con quien se reunira en Nueva York, adonde Reagan viajó ayer.Estados Unidos quiere ampliar el orden del día de la cumbre del 19 y 20 de noviembre en Ginebra (Suiza), que hasta ahora aparecía limitada, por interés soviético, a la cuestión de control de armamentos nucleares. Un portavoz oficial de EE UU dijo que se trata de poner el énfasis en cuestiones que ponen incómodos a los soviéticos". El control de armamentos es "terriblemente importante, pero también lo es que limiternos, el uso de la fuerza para conseguir influencia", añadió. Estados Unidos quiso demostrar que tiene intereses globales con las entrevistas bilaterales que celebró ayer Reagan con el primer ministro de la India, Ra jiv Gandhi, y con el presidente de Pakistán, Zia Ul Haq.

Reagan, cinco semanas antes de su entrevista con Gorbachov, aprovechará también su estancia de 48 horas en Nueva York para conseguir el apoyo a su política con Moscú de los principales aliados occidentales, justo cuando,el Pacto de Varsovia acaba de reunirse en Bulgaria. La política exterior norteamericana y especialmente la polémica Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), conocida como guerra de las galaxias, provoca tensiones en la OTAN, puestas últimamente de manifiesto en la crisis abierta entre EE UU e Italia a.causa de la captura de los secuestradores del Achille Lauro. Reagan, en la entrevista que mantendrá esta tarde con el primer ministro italiano en funciones, Bettino Craxi, tratará de cerrar este, episodio, que ha provocado críticas de que Italia ha sido tratada como una provincia del imperio más,que como un aliado. La reconciliación con Italia, donde Craxi puso en duda la realidad de la independencia nacional en el seno de la OTAN, será el fruto más concreto del encuentro de Nueva York. Pero el incidente demuestra que EE UU está dispuesto a proseguir su política antiterrorista o en otros campos, aunque en casos concretos choque con los intereses de sus aliados. El presidente norteamericano celebrará hoy por la tarde, en el hotel Waldorf Astoria, una mini-cumbre con la primera ministra británica, Margaret That.cher; el canciller de la RFA, Helmut Kolh; el primer ministro italiano, Bettino Craxi; el primer ministro canadiense, Brian Mulroney, y el jefe del Gobierno japonés, Yasuhiro Nakasone. Faltará a la cita el presidente de Francia, François Mitterrand, que quiere señalar así su independencia de Washington, irritado por una convocatoria apresurada por parte de Reagan. El presidente norteamericano se reunirá también por separado con los dirigentes de los aliados para escuchar su consejo sobre la cumbre de Ginebra. Los cinco grandes presionarán a Ronald Reagan para que se comprometa a negociar acuerdos significativos con la Unión Soviética, aceptando una reducción importante de armas ofensivas, independientemente del futuro de la guerra de las galaxias, que los europeos desearían que fuera usada finalmente como instrumento de negociación. El Reino Unido y, sobre todo, la República Federal de Alemania han manifestado su alarma por la incertidumbre que aún reina en la Administración de Ronald Reagan sobre la política de control de armamentos nucleares. En los últimos días se ha reproducido la lucha, existente desde hace años, entre el Pentágono y el Departamento de Estado sobre la interpretación del tratado sobre defensas antimisiles (ABM).

Los sectores duros

Los sectores más duros que esta vez han encontrado apoyo en el consejero de Seguridad Nacional, Robert McFarlane, entienden que el citado acuerdo, firmado en 1972, permitiría las pruebas y el desarrollo del sistema de defensa espacial. El Departamento de Estado y expertos que negociaron el ABM han prometido públicamente que la investigación de la guerra de las galaxias se realizará de acuerdo con una interpretación restrictiva del acuerdo. El presidente se niega a utilizar la SDI como moneda de cambio para conseguir reducciones en los arsenales de armas estratégicas. El diario The Washington Post informó ayer que Estados Unidos estaría dispuesto a asegurar a la Unión Soviética que negociará cualquier despliegue de la SDI y que le daría de cinco a siete años de preaviso antes de desplegar estas armas unilateral mente, para dar tiempo a que la Unión Soviética hiciera algo si ,milar. [El Departamento de Estado norteamericano - desmintió ayer la información del diario.]

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_