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Pons reitera que antes de fin de año ofrecerá un plan definitivo de financiación autonómica

El ministro de Administración Territorial, Félix Pons, reconoció ayer que será difile9 culminar el proceso de transferencias a las comunidades autónomas históricas debido a "peculiares dificultades políticas". Pons, en su primera comparecencia parlamentaria desde que accedió al cargo, reiteró la oferta de un acuerdo definitivo sobre financiación autonómica antes de final de año, para lo cual esbozó un difuso programa de seis puntos. También se concedió a sí mismo un plazo semejante para presentar Iniciativas concretas" -que no detalló- en relación con el impacto que el ingreso de España en la CEE tendrá sobre las autonomías.

Félix Pons basó los criterios de actuación de su departamento en la necesidad de "abrir un período de estabilidad institucional" y de procurar una distensión entre la Administración central y las comunidades autónomas. "Para el Gobierno, la vía de la negociación sigue siendo prioritaria sobre la del conflicto". Sin embargo, el ministro no avanzó propuestas concretas, remitiéndose a las próximas negociaciones sobre financiación, que culminarán antes de fin de año, y a las iniciativas que en relación con la CEE lanzará el ejecutivo por las mismas fechas.Pons dijo que la fórmula para pasar del sistema provisional de financiación actual al definitivo deberá tener en cuenta una serie de factores, como el efecto financiero, el porcentaje derivado de los tributos cedidos, la gestión de las subvenciones asociadas a estos tributos, y la posibilidad de que las comunidades autónomas históricas se beneficien de ayudas para gastos de infraestructura, con cargo al fondo de compensación interterritorial. Fuentes de Administración Territorial indicaron que, tras la enumeración de estos factores, se hallan los puntos de la oferta que el Gobierno hará a las comunidades autónomas a la hora de negociar un sistema definitivo de financiación. Especial importancia concedieron estas fuentes a la posibilidad de que el Gobierno central establezca un porcentaje fijo. en los ingresos por impuestos cedidos a cada comunidad, partiendo de una determinada cantidad que las comunidades deberán comprometerse a recaudar.

En cualquier caso, advirtió Pons, la fórmula definitiva a la que se llegue antes de fin de año "difícilmente podrá incidir en los Presupuestos Generales del Estado para 1986". Por lo que se refiere al ingreso de España en la CEE, "sería ridículo decir que no plantea problemas" a las comunidades autónomas, admitió Pons. "Debemos investirnos de paciencia y sosiego para resolver estos problemas, agregó, asegurando que su ministerio "ofrecerá pronto iniciativas concretas para un modus operandi a partir del 1 de enero", (fecha presumible de la adhesión).

'Carta de compromiso'

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Entre estas iniciativas se encontrará, según algunas fuentes, la sugerencia a las comunidades autónomas para que firmen una carta de compromiso con el Gobierno central que suponga un principio de deslinde de competencias; esta idea ya fue puesta en práctica en la RFA en 1979. El ministro enumeró también los proyectos inmediatos de su departamento en relación con la Administración local, entre los que se cuentan el pronto envío a las Cortes de un texto refundido de bases de régimen local y varios reglamentos, así como diversas disposiciones en materia de personal de las administraciones locales.

La primera comparecencia parJamentaria de Pons fue positivamente valorada por el representante del Grupo Vasco, Joseba Zubía, en lo que representantes del Ministerio de Administración Territorial valoraron como "un buen signo" ante el encuentro que hoy mantendrán el ministro y el consejero vasco de la Presidencia, Juan Ramón Guevara.

De pie, para oir al ministro

La primera comparecencia de Félix Pons ante la comisión de régimen de administraciones pública del Congreso de los Diputados supuso un reconocimiento explícito de que existen "peculiares dificultades políticas", en las relaciones entre el Gobierno central y los de las tres comunidades autónomas históricas. La existencia de tales dificultades se ha vuelto a poner de manifiesto en los últimos días, a través de algunos detalles significativos: ni Jordi Pujol, ni Gerardo Fernández Albor, presentes en Madrid en las últimas 48 horas, trataron de mantener ningún contacto con el Gobierno, dirigiendo ambos, además, duras críticas públicas al "centralismo" de la Administración socialista.Por lo que se refiere a las relaciones entre los gobiernos central y vasto, la licencia del pacto de legislatura se muestra en una mutua cortesía pariamentaria, que lleva a un tácito acuerdo de "no agresión pública", lo que no esconde la frialdad de las relaciones privadas: Ajuria Enea, sede del Gobierno vasco, ha declinado invitar a cualquier representante de Madrid a la fiesta de conmemoración del sexto aniversario del estatuto de Guernica. Esta conmemoración, que se celebrará el viernes, contará, presumiblemente, con una única representación del Estado: el delegado del Gobierno en el País Vasco, Ramón Jáuregui.

Sin embargo, ningún miembro del Gobierno central ha querido conceder un excesivo significado a lo que una fuente gubernamental calificó como "simples detalles". En su comparecencia parlamentaria de ayer, rodeada de una inusitada expectación -algún diputado tuvo que permanecer de pie en la sala de comisiones, ante la falta de asientos para todos-, Pons insistió en apostar por una vía de cooperación con las comunidades autónomas, "y nunca por una de confrontación o coacción".

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