Una muerte en el 'Achille Lauro'
Leon Klinghoffer murió a manos de terroristas precipitando una cadena de acontecimientos de consecuencias internacionales. Klinghoffer, sin embargo, es uno de los dos americanos con algunas conexiones en Oriente Próximo que fueron bárbaramente asesinados en días recientes. El otro fue Alex Odeh, de Santa Ana (California), un ciudadano americano nacido en un pueblo en la Palestina cisjordana, donde su padre todavía vive. Fue asesinado al estallar una bomba cuando abrió la puerta de su oficina el viernes pasado.Odeh no era una figura accidentalmente escogida para matarle, simplemente porque era americano como en el caso de Klinghoffer. Era una víctima seleccionada, asesinada por una persona o personas que deseaban eliminarlo.
Es concebible que fuese asesinado por ejercitar su derecho de libre expresión. Esto lo sugiere por aquellos que indican que el día antes, en una entrevista por televisión, habló con simpatía del presidente de la OLP, Yasir Arafat. (Sus amigos afirman que condenó el terrorismo y el secuestro del barco, pero esta parte de la entrevista no fue transmitida.)
Hasta ahora no hay sospechosos de este crimen. Es importante recordarlo. Pero ha habido sospechas y alegaciones, una de las cuales fue negada de una forma poco cortés por el portavoz de la Liga de Defensa Judía. Al negar que la Liga de Defensa Judía haya cometido el crimen, el portavoz añadió: "No tengo lágrimas para Odeh. Mereció lo que le ocurrió".
Suposiciones y rumores, claro está, no pueden sustituir a los hechos. Existe un poderoso interés público para que se aclare en una vigorosa investigación policial este asesinato chocante.
Todos los recursos de la ley deben ampliarse para localizar y enjuiciar el asesinato de Alex Odeh.
, 16 de octubre
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