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Los aliados europeos piden a Estados Unidos que presente contrapropuestas a las ofertas soviéticas de negociación

Andrés Ortega

Diversos aliados europeos pidieron ayer a EE UU que presente contrapropuestas a las ofertas negociadoras de la URSS y que no se pongan en tela de juicio los acuerdos ya existentes, como el tratado de limitación de sistemas de misiles antimisiles (ABM). Estos llamamientos se hicieron en la reunión especial, celebrada a puerta cerrada, del Consejo Atlántico, máximo órgano político de la OTAN, que durante tres horas congregó ayer en Bruselas, para consultas de cara a la cumbre del 19 y 20 de noviembre entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, al secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y a los titulares de Asuntos Exteriores, con las excepciones de España, Francia, Reino Unido, Canadá, Luxemburgo y Grecia.

La reunión, que con las ausencias quedó algo degradada, había sido solicitada por Bélgica y Holanda, países donde los euromisiles plantean aún problemas y que están molestos por no poder participar en la cumbre de los siete países más industrializados que ha convocado Ronald Reagan para el 24 de octubre en Nueva York (Francia, uno de los siete, ya ha anunciado que no asistirá). Holanda manifestó su intención de decidir en noviembre el despliegue de los euromisiles sobre su territorio, si no se produce un cambio espectacular en la situación.El titular belga de Asuntos Exteriores, Leo Tindemans, pidió contrapropuestas a las que ha presentado la Unión Soviética. Para Bélgica, señaló, "hay que crear una nueva dinámica imaginativa" por medio de pequeños pasos consistente en "acuerdos sucesivos, limitados en el tiempo, con cláusulas de salvaguardia apropiadas".

En términos parecidos habló el ministro de Exteriores de la República Federal de Alemania, Hans-Dietrich Genscher, al considerar que sería importante no rechazar las propuestas soviéticas, o parte de ellas, antes de tener unas contrapropuestas.

A los aliados no les gusta la postura de la URSS de negociar por un lado sobre los misiles soviéticos de corto y medio alcance y, por otro, sobre los euromisiles norteamericanos.

El secretario de Estado norteamericano, George Schultz, recordó en conferencia de prensa que Estados Unidos ya había planteado en marzo sus propuestas, y señaló que su país había recibido "con satisfacción las contrapropuestas soviéticas en las que hay cosas que son inacepta bles y otras interesantes". "Sentimos", agregó, "que ahora se puede decir que las negociaciones están listas para empezar. En cuanto a los detalles", concluyó, hay que "esperar y ver". Para Jaime de Ojeda, embajador español ante la OTAN (el ministro Fernández Ordóñez no pudo acudir por la coincidencia de esta reunión con el debate en el Parlamento sobre el estado de la nación) "no será posible que la cumbre se celebre sobre la base de un respuesta norteamericana", pues "hasta que Estados Unidos pueda contestar a las contrapropuestas soviéticas pasará algún tiempo, tanto como ha tardado la Unión Soviética en contestar a las propuestas norteamericanas, ya que el análisis es complicado". Ojeda declaró que ante las propuestas de Gorbachov "España tiene una postura parecida a la de EE UU". La propuesta soviética, dijo, "no es retórica," y hay en ellas "elementos positivos" y "otros que no gustan". Otra coincidencia entre los aliados es que las negociaciones sobre control de armamentos no son el único tema de cara a la cumbre. Está previsto que en Ginebra se discuta también de las zonas calientes como Afganistán, América Central y Oriente Próximo, "y esto", según señalo el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, "es lo que me parece más positivo desde el punto de vista político".

A este respecto, España, en su intervención, puso de manifiesto su postura "contraria a inyectar en los problemas locales las tensiones Este-Oeste que le son ajenas, según manifestó Ojeda, quien aseguró también que Shultz había declarado que, en la cumbre, "será central la cuestión de los derechos hurnanos".

Por lo demás, España hizo una declaración de carácter general en la que se insiste el valor del Acta de Helsinki y de la Conferencia de Desarme en Europa (CDE, en Estocolmo), y consideró como "fundamental" respetar el tratado ABM. "Deseamos", dijo Ojeda, "que las dos potencias clarifiquen las acusaciones mutuas sobre su incumplimiento y se pongan de acuerdo sobre su interpretación". Ojeda declaró que España no tiene "fundamento" para creer que la Iniciativa de Defensa Estratégica norte americana (SDI), tal como está planteada, incumple el tratado ABM, "aunque", agregó, "no lo sabemos".

Los aliados se declararon satisfechos de la intención de Estados Unidos de acogerse a una interpretación restrictiva de este tratado, cuya importacia no es sólo jurídica sino también política, según Genscher. Un cambio en la actitud de EE UU sólo podría venir, aseguró Shutlz, "tras consultas con los aliados y negociaciones con la URSS".

Washington cree que, dentro de la interpretación estrecha -y puede haber otras- del tratado ABM, podrá contestar "a la pregunta de si es posible la defensa contra los misiles balísticos". Y todos se preguntan si el objetivo de la URSS es detener la SDI o si está dispuesta a negociar su vínculo con otros temas.

De la reunión de ayer se desprendió, según, diversas declaraciones, un cauto optimismo de cara a la cumbre entre Reagan y Gorbachov.

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