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Aquella mañana de mayo

Juan Cruz

La mañana del primero de mayo de 1965 comenzó soleada para la periodista italiana María Antonietta Macciocchi, enviada a Madrid por el director de su periódico, L'Unitá para cubrir aquella prohibida fiesta. Dos días más tarde, la crónica que resultó de su paseo por la Casa de Campo le llevó a las mazmorras oscuras de la Dirección de Seguridad. La polícía rastreó su texto periodístico y lo llevó a la lupa de los agentes, que la detuvieron y la encarcelaron. Salió a las 24 horas. El trauma le duró años. No quiso volver a este país, hasta que muriera el Caudillo.Conservó por España una adoración europea, y esperó el momento más oportuno para adelantarse a las caricias que luego recibió este país. Hace más de un año, cuando la movida no era un suceso internacional y cuando Europa recibía de uñas a los negociadores españoles que pretendían entrar en la CEE, Maria Antonietta reunió a un grupo amplio de destacados intelectuales, les propuso sacar a Europa de la idea de los mercados como único lugar de encuentro y les hizo saber que España era el país donde debía celebrarse la reunión de pensadores sobre el espacio cultural. Lo aprobaron todos, y todos van a estar en el congreso de Madrid, desde Morin a Gavras, desde Spadolini a Duverger.

Más información
La cruzada de Maria Antonietta Macciocchi

Se anticipó siempre; y así un año antes de que se hundiera el fascismo en su tierra se integró en la organización clandestina del PC y fue una resistente activa; luego estuvo en la vanguardia de los debates sobre los derechos de la mujer y en contra del fascismo en todo el mundo; escribió libros sobre China, España, estudios sobre pensadores marxistas, y ha sido una incansable y combativa profesora que altemó su dedicación periodística y parlamentaria en Europa con la creación de entidades de apoyo a los desaparecidos argentinos, y contra el hambre en el mundo, y todavía tuvo tiempo para elaborar un estudio que tituló 2.000 años de felicidad, "una narración enérgica y candente de la historia de una mujer de nuestro tiempo", cuya ironía viene en el mismo título.

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