Los barcos que faenen en aguas prohibidas no tendrán protección, dice Fernández Ordóñez

Los pesqueros que se empeñen en seguir trabajando en aguas prohibidas seguirán en peligro y no podrán ser protegidos, afirmó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, ante la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados. Fernández Ordóñez acudió a esta comisión, junto con el ministro de Defensa, Narcís Serra, para informar sobre el ametrallamiento, por parte del Frente Polisario, del pesquero El Junquito y. la patrufllera española Tagomago, los pasados 20 y 21 de septiembre.

Serra, por su parte, negó que los pesqueros que operan fuera de la franja de 12 millas del banco sahariano estén desprotegidos, y dijo que los medios que se poseen están diseñados en función de los reglamentos internacionales y de las instrucciones dadas por el Gobierno español, pero no pueden cubrir a aquellos que no siguen estas normas y faenan dentro de las 12 millas de la costa del Sáhara, que es "zona de guerra". La reunión de la Comisión de Exteriores de ayer -que se extendió casi tres horas y cuarto a lo largo de la mañana-comenzó con una breve exposición de Fernández Ordóñez, quien acudió al Congreso a pesar de que el día anterior había sufrido un cólico nefrítico. La intervención del ministro fue criticada por los portavoces de la comisión, algunos de los cuales la calificaron de "lectura de recortes de periódicos" y "tomadura de pelo". Tras dos turnos de intervenciones de los portavoces de los distintos grupos -que, en varios casos, recordaron las viejas posiciones pro Polisario del PSOE-, Fernández Ordóñez y Serra fueron ampliando las informaciones sobre el incidente.

Política "sin cambios"

"No se podía hacer menos", dijo Fernández Ordóñez refiriéndose a las medidas de cierre de las oficinas en España del Frente Polisario tomadas por el Gobiemo. "En ningún caso", dijo reiterando precedentes declaraciones, "esto cambia la política exterior española". El ministro de Exteriores añadió que en los vigentes acuerdos pesqueros hispano-marroquíes se afirma que "el ejercicio de la pesca se hará de acuerdo con la legislación marroquí en vigor", y aclaró que, al sur del cabo Nun -donde se produjeron los hechos-, la legislación marroquí considera la actividad pesquera no recomendable. Fernández Ordóñez recordó también que el Gobierno español ha advertido a los pesqueros españoles del peligro de faenar dentro de la franja de 12 millas de esa zona, en la cual no pueden ser protegidos por la Armada, que sólo puede penetrar -como hizo el Tagomago- por razones humanitarias.

Narcís, Serra explicó, por su parte, que el Tagomago fue enviado en cumplimiento de las instrucciones que existen para cualquier accidente o incidente, y que consisten en que la nave más cercana a la zona acuda para prestar ayuda humanitaria. La entrada de la patrullera "se comunicó a Marruecos", dijo respondiendo a una pregunta en la que se le cuestionaba si el Gobierno de Madrid había pedido permiso al de Rabat.