El régimen general de la Seguridad Social tendrá déficit por primera vez en los presupuestos de 1986
Por primera vez en la historia de la Seguridad Social el régimen general, el único que mantenía superávit en los últimos años, presentará déficit en los presupuestos de 1986. En 1985 el superávit era de 53.085 millones de pesetas. En el próximo ejercicio el déficit presupuestario se situará en 590 millones de pesetas. Salvo este régimen y el de autónomos, ningún otro de los del sistema de Seguridad Social recauda siquiera para cubrir el pago de sus pensiones. El ministro de Trabajo destacó que en el presupuesto se ha incrementado hasta 941.072 millones la participación del Estado, frente a los 753.293 millones de 1985.
El régimen general de la Seguridad Social, que encuadra a más de siete millones de trabajadores de los 10,8 millones que componen la población laboral española y hasta ahora el único que tradicionalmente ha presentado superávit en los presupuestos, tendrá un déficit de 590 millones en 1986. Los recursos de este régimen son los más cuantiosos del conjunto del sistema (2,19 billones) y han venido soportando el déficit de otros regímenes. Actualmente salvo la gestión de las contingencias de accidentes del trabajo que presentan superávit, todos los régimenes de la seguridad Social son deficitarios.Joaquín Almunia atribuyó este déficit al fuerte aumento del gasto (un 12,2%) y el menor incremento de los ingresos por cuotas (el 9,3%). Tal como subrayó el ministro, la grave crisis de empleo ha provocado un menor número de cotizantes y consiguientemente en los ingresos por este concepto. Otra de las causas se encontraría, según sus palabras, en las fuertes subidas experimentadas por las pensiones y la mayor esperanza de vida de los pensionistas.
Fuerte aumento de gastos
De los 3,95 millones de pesetas que gastará la Seguridad Social en 1986, un 61%, es decir, 2,41 billones irán destinados a pagar las pensiones de los 5,3 millones de beneficiarios con que cuenta el sistema. La revalorización de un 8% de las actuales prestaciones, sumada al aumento de nuevos pensionistas, hace que el gasto en este capítulo se incremente en un 14,5%. respecto a 1985.
El régimen general recauda casi 2,20 billones de pesetas, y de ellos destina a pensiones 1,37 billones. El régimen especial agrario, con un déficit de 637.000 millones de pesetas, ingresa por cuotas 165.934 millones; el gasto en pensiones supera los 563.900 millones. En todos los demás regímenes se aprecia esta fuerte descompensación entre ingresos y gastos, y ninguno de ellos, salvo el general y el de autónomos, recauda por cuotas lo suficiente para cubrir el pago de las pensiones.
El capítulo de gastos, en lo que se refiere a la incapacidad laboral transitoria (ILT), se cifra en los presupuestos en 180.381 millones de pesetas (un 11,74% más que en 1985). A pesar de ello, si se tienen en cuenta las previsiones de liquidación del presente año, el gasto se vería reducido en 5.000 millones de pesetas. Esta contención del gasto se explica, según Almunia, por un mayor esfuerzo en las tareas de inspección y control puestas ya en marcha.
En invalidez provisional el crédito presupuestado para 1986 se eleva a 41.163 millones de pesetas (casi 1.000 millones más que en 1985). Aunque esta partida viene creciendo considerablemente desde 1977, a partir de 1982 el ritmo de crecimiento se ha atenuando por las mismas razones que las explicadas en la ILT. La partida destinada al pago de la protección familiar se sitúa en la misma cifra que en 1985.
La asistencia sanitaria y farmacéutica se lleva poco más de un billón de pesetas. En los presupuestos para 1986 se recoge que la asistencia sanitaria con, medios propios tendrá unos gastos de 676.081 millones, frente a los 579.293 millones de 1985. El gasto en servicios concertados disminuye respecto a 1985. En 1986 los recursos se elevan a 162.034 millones, 27.200 millones menos que en el ejercicio actual. En farmacia se presupuestan 173.417 millones de pesetas, 12.200 millones más que en 1985.
El ministro subrayó que, en 1986, de cada 100 pesetas que ingresará la Seguridad Social (74 de las cuales proceden de las cotizaciones de empresarios y trabajadores), 68 se devuelven a los beneficiarios mediante pagos mensuales directos en concepto de pensiones, enfermedad o protección a la familia. Las seis pesetas restantes de cotización, más las 24 pesetas de aportación del Estado, cubren los gastos de asistencia sanitaria, servicios sociales y gastos de gestión.
El ministro de Trabajo destacó que la elaboración del presupuesto de la Seguridad Social por programas ha permitido conocer exactamente el número de personas que trabajan en este organismo y que supera la cifra de 298.000.
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