Duras críticas de los países europeos a la actitud de EE UU en la asamblea del FMI
Los países europeos, con los miembros de la Comunidad a la cabeza, criticaron ayer, en los términos más duros que el lenguaje diplomático permite, la que calificaron de confusa y contradictoria postura de la Administración Reagan ante la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial, que se abre formalmente mañana en Seul. Los países comunitarios, a los que se sumó España, reprocharon al secretario del Tesoro, James Baker, lo que denominaron doble lenguaje.
Este doble lenguaje consiste en mantener en vilo a la Prensa sobre la supuesta existencia de una iniciativa norteamericana para resolver el problema de la deuda externa del Tercer Mundo y, en privado, defender las mismas posturas restrictivas sobre la función de los organismos mundiales.Tanto en las consultas que el denominado grupo de los diez (países industrializados) como en los debates del comité interino, reunido ayer en Seúl, numerosos países europeos unieron su voz a las naciones en vías de desarrollo sobre la inconsistencia que supone, por parte de Washington, anunciar en público la existencia de una nueva posición de EE UU sobre gestión de la deuda exterior del Tercer Mundo sin que, previamente, se haya explicado la misma a los Gobiernos interesados. Un delegado europeo negó incluso que exista una iniciativa de Washington.
El ministro italiano del Tesoro, Giovanni Goria, pronunció duras palabras contra Baker en la reunión a puerta cerrada que los diez celebraron en la mañana de ayer. Según Goria, Washington habla, por un lado, de la necesidad de coordinar políticas, y por otro, mantiene en vilo a sus aliados sobre el alcance concreto de lo que supone esta coordinación.
En su intervención ante el comité interino, James Baker justificó un silencio formal señalando que sus nuevas propuestas están aún en proceso de elaboración. Añadió que muchas de las incógnitas, respecto a su iniciativa, serán desveladas cuando intervenga mañana, martes, ante el plenario de la asamblea anual del FMI y Banco Mundial. Mientras tanto, Baker insistió en que la posición norteamericana sigue basándose en la denominada estrategia caso por caso para resolver el problema de la deuda externa y en el principio de que el FMI debe mantener su papel primordial en cuanto a la financiación y vigilancia de las políticas económicas de las naciones deudoras. Quizá con una ampliación de las funciones del Banco Mundial. El secretario norteamericano también sugirió que Estados Unidos desea ver aplicadas en algunos países políticas económicas más expansionistas y liberalizadoras.
Pese, a las palabras tranquilizadoras del delegado norteamericano, un delegado europeo, que pidió no ser identificado, manifestó que Washington continúa mostrándose inflexible respecto a todos aquellos puntos de la agenda que supongan cualquier ampliación de los recursos del FMI y el Banco Mundial con destino a la financiación de la deuda del Tercer Mundo. En este sentido, Baker se mostró contario, en el seno del comité interino, a una nueva emisión de derechos especiales de giro (DEG), el papel reserva del FMI, así como a la ampliación del capital del Banco Mundial. El secretario norteamericano incluso insistió en la necesidad de reducir el acceso de las naciones deudoras a los recursos del FMI.
Washington, solo
Según un delegado europeo, en estos tres puntos fundamentales de la agenda, Washington se quedó sólo. Incluso los países comunitarios, donde existían diferencias a este respecto, mantuvieron una postura unitaria, fruto de las consultas que los diez miembros de la CEE, junto a España y Portugal, celebraron hace días en Luxemburgo. También Japón se diferenció esa vez de la postura norteamericana. Esta vez hemos sido 20 contra uno, dijo la fuente, refiriéndose al hecho de que el comité interino está compuesto por 21 países.En el tema de la reforma monetaria, sobre la que el comité interino debatió dos informes contradictorios (el del grupo de los 24 y el del grupo de los diez), Washington abogó por el mantenimiento del sttus quo y rechazó la petición de las naciones en desarrollo para que se cree un denominado comité mixto de países industriales y naciones en desarrollo encargado de analizar la introducción de cambios en el sistema inonetario actual. La negativa norteamericana a la creación de este comité deja prácticamente en vía muerta la cuestión de la reforma, en espera de que vengan tiempos mejores.
Según todos los indicios, la aireada propuesta norteamericana se va a limitar, finalmente, a la inclusión del Banco Mundial dentro del proceso de refinanciación de la deuda exterior en el Tercer Mundo y a la utilización del denominado fondo' fiduciario, de escasos recursos, aunque poco utilizados por sus beneficiarios (los más pobres dentro del mundo en desarrollo), para fines de países distintos de los que se tenían en mente cuando se creó. Con. esta maniobra, según la interpretación de los países europeos, Washington pretendería el establecimiento de ciertas garantías para la banca privada en su proceso de refinanciación de la deuda exterior, garantías que serían instrumentadas por medio del Banco Mundial.
El comité interino está previsto que haga público hoy su comunicado final sobre las discusiones que mantuvo durante toda la jornada de ayer y en el que quedarán reflejados, sin consenso, la mayor parte de los puntos debatidos, según fuentes del citado grupo.
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