_
_
_
_
Violencia en Oriente Próximo

Integristas islámicos asesinan a uno de los diplomáticos de la URSS secuestrados en Beirut

El cuerpo de un hombre sin documentación alguna que pudiese indentificarle fue hallado a primeras horas de la mañana de ayer, miércoles, por la policía libanesa en un descampado de los suburbios de Beirut. Varias horas después, la hasta ahora desconocida Organización de Liberación Islámica (OLP Fuerzas de Jaled Ben al Walid, difundía un comunicado en el que aseguraba -y así se confirmó después- que el cadáver era el de uno los cuatro funcionarios soviéticos de la Embajada en Beirut secuestrados, en dos operaciones coordinadas, el pasado lunes.

Más información
Sentencia de Dios
Telegramas del Rey y de Felipe González
El Gobierno de la Unión Soviética lanza una velada amenaza a Irán
La muerte en el bombardeo israelí del jefe de seguridad de Arafat, un duro golpe para la OLP
Policías y soldados patrullan la capital tunecina en previsión de incidentes

Esta organización, por llevar el nombre de uno de los generales del profeta y por las exigencias que expuso en su primer comunicado de reivindicación de los secuestros, parece estar formada por elementos suníes integristas.En el depósito de cadáveres del hospital de la universidad Americana de Beirut, adonde fue trasladado el cuerpo, la prohibición de entrar a los periodistas y fotógrafos era tajante. Sólo después de varias horas, un muy cauteloso funcionario de la Embajada soviética confirmaba que el cadáver pertenecía a uno de sus compañeros secuestrados.

La confusión, constante desde el mismo inicio del secuestro por las distintas llamadas telefónicas y comunicados de diferentes organizaciones, continuó hasta media tarde, cuando el jefe de patología legal del hospital, Ahmed Harati, afirmaba que el secretario político de la Embajada soviética, Igor Mazurov, había identificado el cadáver como perteneciente al secretario consular, Arkadi Katakov.

Katakov, junto a Valeri Mirikov, agregado comercial; Oleg Spirin, agregado, y el médico de la Embajada, Nicolai Svirski, había sido secuestrado el lunes por la tarde, no lejos de la misión diplomática soviética.

El primer comunicado difundido por los terroristas exigía la retirada de las fuerzas prosirias que asedian Tripolí; y aseguraba, lacónicamente, refiriéndose a los secuestrados soviéticos: "Les mataremos a todos". Su objetivo es que la Unión Soviética ejerza su influencia sobre Siria para que ésta, a su vez, obligue a las milicias aliadas de Damasco a levantar el sitio de Trípoli (Líbano), donde resisten, desde el sábado pasado, sus correligionarios del Movimiento de Unificación Islámica (MUI).

La ejecución de Katakov fue advertida el martes por la noche cuando, en un segundo comunicado, la OLI salía al paso de las reivindicaciones de otros grupos (entre ellos, Yihad Islámica) y presentaba la prueba de que tenía a los soviéticos: fotos de los cuatro con una pistola apuntándoles directamente a la cabeza.

Tras una conversación telefónica de 50 minutos entre el presidente de Irán, Ali Jamenei, y el de Siria, Hafez el Asad, una delegación iraní, junto con algunos representantes del Partido de Dios libanés integristas shiíes, entraba en la ciudad asediada y parlamentaba con el príncipe del MUI, el jeque Said Saaban, con quien, después, se trasladaba a Damasco para reunirse con el vicepresidente, Abdel Halim Jadam.

Los funcionarios de la URS S en Beirut, estimados ahora en menos de 30, se encuentran bajo amenaza después del último comunicado de la OLI, difundido a media tarde de ayer. En él se advierte "al personal diplomático soviético y a los miembros del KGB en el Beirut musulmán de los peligros que corren en la Embajada", y les da un plazo de 48 horas para abandonar el "Beirut musulmán, ya que, de no hacerlo, sus edificios se derrumbarán sobre sus cabezas".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_