Estudiantes no admitidos impiden la inauguración del curso en las universidades de Barcelona

Varios centenares de estudiantes impidieron ayer la inauguración oficial del curso en las universidades de Barcelona (UB) y Autónoma de Barcelona (UAB), en protesta por la aplicación generalizada del llamado númerus clausus. En ambos casos, los respectivos rectores hubieron de declarar abierto el curso aprovechando los períodos en que los estudiantes no gritaban eslóganes. No se registraron incidentes graves, aunque sí escenas de tensión entre algunos de los asistentes al acto de la universidad de Barcelona y los ocupantes del paraninfo. A los actos no asistió ningún representante de la Generalitat.

Unos 200 estudiantes no admitidos de la universidad de Barcelona se concentraron en las escaleras del rectorado poco antes de mediodía. Posteriormente, la comitiva se dirigió en manifestación hacia el paraninfo, donde se debía celebrar la inauguración oficial del curso. Los estudiantes llegaron antes que el rector, Antoni Maria Badia Margarit, hubiera hecho acto de presencia en la sala donde estaba programada la inauguración oficial, a la que no asistió ningún representante de la Generalitat.Fuentes del Departamento de Enseñanza manifestaron a este diario que de haberse encontrado en Barcelona el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, -actualmente en la ciudad francesa de Lille- probablemente él y el conseller de Enseñanza, Joan Guitart, hubieran asistido a los actos.

Los estudiantes portaban pan cartas con las inscripciones queremos entrar en la universidad", "solidaridad con los no admitidos", "todos tenemos derecho a estudiar" y "tenemos derecho a un futuro". Una portavoz de los estudiantes tomó la palabra ante los profesores asistentes, y mediante el servicio de megafonía leyó un comunicado en el que recordó que el artículo 152 de los estatutos de la UB "hacen suyo el derecho de los cludada nos al estudio". Manifestó el re chazo estudiantil a la selectividad y a las tasas.

Negociación inmediata

Después de abandonar el paraninfo, los estudiantes se reunieron en asamblea y decidieron volver a ocupar la sala, hecho que se produjo sobre las 12.30 horas, cuando el doctor Joaquim Molas disertaba Manuel Milà Fontanals i la Renaixença. Tras un forcejeo con los bedeles, los no admitidos consiguieron penetrar nuevamente el paraninfo, esta vez para no abandonarlo hasta las dos de la tarde, una vez el rector levantó la sesión.Los estudiantes, sentados ante la mesa presidencial, rechazaron las ofertas de diálogo realizadas por el equipo rectoral, por entender que era un intento de hacerles desalojar la sala. El rector les propuso una entrevista para hoy, miércoles, y el vicerrector de Asuntos Académicos, Carles Miralles, se ofreció a negociar de forma inmediata.

Durante la ocupación los estudiantes corearon eslóganes como "No, no, no a la selectividad", "No es para todos la inauguración" y "Libre acceso a la universidad".

Otro tanto, aunque con menor asistencia de alumnos, sucedió en la universidad Autónoma de Barcelona. Esta universidad concedió ayer la medalla de la UAB al profesor de Química Heribert Barrera, secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya, que este año se ha retirado de la docencia. Barrera hubo de ser condecorado en el despacho del rector, debido a que los estudiantes impidieron que el acto se prolongara más allá de la lectura de una breve. memoria expuesta por el secretario general, Carlos Egozcue.

Cuando el catedrático de Teoría de la Comunicación Miquel de Moragas iba a impartir la lección magistral -sobre Las repercusiones culturales de las nuevas tecnologías de la Comunicación Prospectiva y experiencia del uso de satélites- un grupo de medio centenar de alumnos prorrumpió en gritos contra el llamado numerus clausus. Poco después, el rector de la UAB, Càndid Genovard, declaró inaugurado el curso.

Las acciones desarrolladas ayer se intensificarán en la próxima semana, ya que por estas fechas se conocerá el número total de alumnos que en septiembre ha superado las pruebas de acceso a la universidad (PAAU) y por tanto la distribución definitiva de alumnos por facultades y escuelas universitarias.

Son entre 3.000 y 5.000 los estudiantes que no podrán cursar estudios de su elección, segun los primeros cálculos realizados. El Departamento de Enseñanza de la Generalitat ha garantizado, sin embargo, que ninguno de aquellos estudiantes que hayan realizado la preinscripción quedará fuera de la universidad, aunque tendrán que conformarse con realizar carreras de menor demanda.

Asi, por ejemplo, las carreras de lenguas clásicas pueden verse notablemente incrementadas por aspirantes a las facultades donde se da mayor masificación, como es el caso de Medicina, Derecho o las escuelas universitarias de EGB o Enfermería.