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Los Presupuestos Generales del Estado para 1986

La caída de la inversión pública y el aumento de las transferencias, principales novedades de los gastos

Los gastos consolidados del Estado y sus organismos autónomos ascenderán a 9,224 billones de pesetas durante 1986, con un crecimiento del 10,1% en comparación con 1985, dos puntos por encima de la tasa de inflación prevista para 1986 y ligeramente por debajo de lo que crecerá el producto interior bruto en términos nominales en ese año. La presentación de los gastos en los Presupuestos Generales del Estado recoge este año partidas que en ejercicios anteriores no se contabilizaban, y que al final de cada año obligaban a elevar los gastos del Estado por la vía de los créditos extraordinarios.

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La mayor preocupación por presentar la mayor parte de los gastos públicos ciertos -como el pago del seguro de cambio de las autopistas o el acuerdo hispano-argelino-, lo que significa presentar un proyecto de presupuesto bastante más ajustado, se compensa en parte con un mayor recurso al Banco de España para la financiación del déficit público.El reparto de los gastos públicos para 1986 viene determinado en su composición por la decisión del Gobierno de continuar su política de ajuste y de reducción del déficit del sector público, manteniendo una política de incrementar muy ligeramente la presión fiscal. De esta forma los gastos recogidos en los presupuestos del próximo año contabilizan partidas no apuntadas en años anteriores o que aparecen por primera vez, como los costes de adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE) o la compensación por tributos suprimidos por la entrada en vigor del impuesto sobre el valor añadido (IVA).

El importante crecimiento de las cargas financieras derivadas del déficit público de ejercicios anteriores exige, en opinión del Gobierno, reducir el resto de componentes del gasto para lograr que el conjunto final del déficit no alcance magnitudes imposibles. Otro de los aspectos que han condicionado la elaboración de los gastos públicos es el importante crecimiento de las transferencias sociales, Seguridad Social, desempleo y fomento del empleo.

Consumo o inversión

Estos tres condicionantes marcan la diferente importancia que tienen las distintas partidas presupuestarias en que se distribuyen los 9,224 billones de pesetas de gastos para 1986: los gastos de personal, casi 1,4 billones de pesetas, crecerán el 5,3%; las inversiones del sector público se situará en 1,2 billones de pesetas, con un descenso del 19,6%.El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, señaló que el descenso de la inversión pública debía entenderse como necesario para que no aumenten los gastos corrientes, y que además se espera que se compense con un mayor incremento de la inversión privada.

El aumento del consumo público, según Solchaga, sustituirá en parte la caída de la inversión pública al exigir una mayor inversión del sector privado para poder hacer frente a la demanda de bienes y servicios del Estado.

El capítulo de transferencias -al sector público, al privado y al exterior- supone en la práctica la mitad de los gastos de los presupuestos, con un total de 4,5 billones de pesetas. La partida más importante es la Seguridad Social -1,1 billones de pesetas, con un incremento del 17,3%-, y las comunidades autónomas y corporaciones locales, por casi igual cuantía. Las transferencias a las empresas públicas descenderán en 5.000 millones de pesetas, totalizando 434.461 millones, y a las empresas privadas ascenderán a 230.596 millones, con un incremento del 2,1%.

Las transferencias al exterior se acercan a los 200.000 millones de pesetas, dentro de las que desempeñan un papel importante los pagos derivados del acuerdo hispano-argelino como parte de la solucion del conflicto sobre el gas.

Contención del déficit

Uno de los capítulos más importantes de los gastos públicos se re fiere a las amortizaciones y pagos de intereses de la deuda publica emitida en ejercicios anteriores para financiar los déficit. Los gastos de financiación de la deuda as cenderán en 1986 a 1,7 billones d pesetas, con un crecimiento cerca no al 16% respecto al ejercicio actual.La mayor parte de estos gastos se destinará al pago de intereses, casi 1,2 billones de pesetas, mientras que las amortizaciones acen ,derán a 552.000 millones.

El objetivo básico de los Presu puestos Generales del Estado e conseguir reducir el déficit final de las administraciones públicas hasta el 4,5% del producto interior bruto, casi medio punto menor que el que resultará al final del ejercicio actual. El déficit no financiero del presupuesto se sitúa en 1,438 billones de pesetas, del que la mayor parte corresponderá al pago de la carga financiera de la deuda procedente de ejercicios anteriores.

Las previsiones de financiación del déficit de 1986 presentan variaciones importantes respecto a los ejercicios anteriores. El proyecto de ley autoriza al Estado a emitir deuda, interior o exterior, por valor de 390.000 millones de pesetas, y el resto se financiará mediante emisiones de pagarés del Tesoro o el recurso al Banco de España. En principio se considera que se emitirán 600.000 millones de pesetas en pagarés y el resto se obtendrá mediante recurso al Banco de España, lo que significará doblar esta última cantidad. Los responsables de Economía señalaron que el mayor recurso al Banco de España no tiene por qué significar automáticamente un incremento en la liquidez del sistema, y, por tanto, mayor inflación, porque puede financiarse mediante operaciones que capten dinero en el mercado interior de capitales.

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