El ametrallamiento saharaui
Me ha producido malestar y aflicción la muerte de un trabajador del mar y de un soldado de nuestra marina de guerra a manos del Frente Polisario, máxime cuando los que han matado son mis amigos y los muertos mis compatriotas. Pero acentúan estos sentimientos y provocan indignación comlementaria las declaraciones de ciertos políticos españoles, que aprovechan este triste suceso para exigir al Gobierno que ejerza "la legítima defensa sin pérdida de tiempo y de forma contundente". Es decir, enviar algo así como una Armada Invencible a las aguas del Sahara. Estos politicos deben gozar con el fantasmagórico Rambo cuando carga contra los tercermundistas, pero su lenguaje de western produce escalofrío, porque sólo se preocupan de los efectos y olvidan por comodidad las causas.Muchos son los responsables de estas dos muertes del Sahara, al igual que de las restantes miles de muertes que se han producido desde 1975 en esa zona. Los principales son los firmantes de los ignominiosos acuerdos tripartitos de Madrid, en los que Arias Navarro vendió a dos países magrebíes el territorio del Sahara occidental y el pueblo que desde tiempos remotos lo habitaba. Como en toda ocupación, los ejércitos invasores cometieron salvajes atrocidades para someter al pueblo saharaui y éste se levantó en legítima lucha bajo la vanguardia del Frente Polisario. Desde hace ya 10 años en el Sahara se vierte mucha sangre, y a sus aguas se ven obligados a faenar nuestros pescadores. Vergüenza les tendría que dar a nuestros políticos de que unos trabajadores tengan que ganarse el pan entre la muerte y la destrucción. Frente a eso, determinados señores lo único que saben hacer es lamentarse y sugerir, exigir, recomendar el empleo de la violencia como solución mágica.-
