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Nueva Zelanda reitera que no entregará a París a los dos espías franceses

El primer ministro de Nueva Zelanda, David Lange, rechazó ayer la posible entrega a París de los dos espías franceses detenidos en Auckland (Nueva Zelanda) en relación al atentado del pasado 10 de julio contra el Rainbow Warrior, barco de la organización ecologista Greenpeace.

Lange insistió, asimismo, en el hecho de que su país tiene todo el derecho a juzgarles. En un comunicado hecho público por su Gabinete, Lange califica de "especulaciones irresponsables y mal fundadas" los rumores, surgidos en París, sobre una posible entrega a Francia de la capitana Dominique Prieur y el comandante Alain Mafart, miembros de la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE, servicios secretos franceses). Lange aseguró también que su Gobierno no tratará de paralizar el juicio contra los dos espías.

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En relación a la cantidad que Francia deberá abonar como indemnización, tras reconocer oficialmente su culpa en el atentado terrorista, Lange dijo que eso será el resultado de las conversaciones entre ambos países.

Lange afirmó que la suma de la indemnización será distribuida entre Greenpeace, la familia del fotógrafo portugués muerto en el atentado, Fernando Pereira, y el Gobierno de Nueva Zelanda, cuya soberanía ha sido violada por los terroristas franceses.

Ante la sospecha de que los franceses intentarán un golpe de mano para liberar a los dos agentes de la DGSE se han extremado las medidas de seguridad y de vigilancia en torno a los dos espías, a quienes la justicia neozelandesa acusa de homicidio y sabotaje.

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El ministro neozelandés de Justicia, Geoffrey Palmer, aseguró el pasado martes en Nueva York que su país emprenderá acciones contra Francia a raíz del hundimiento del Rainbow Warrior.

El 'Vega' espera anclado

El barco de la organización ecologista Greenpeace Vega, vigilado de cerca por un buque francés, fue anclado ayer a 30 millas de la costa del atolón de Mururoa.Por otra parte, el Rainbow Warrior, arreglado y puesto a flote, fue sacado ayer del dique seco y trasladado a un muelle, a la espera de que hoy se haga cargo de él Greenpeace.

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