Un ordenador controla desde ayer la depuración de las aguas residuales de Madrid

Un sistema informático regula desde ayer la depuración de las aguas residuales que produce Madrid cada día. El sistema, inaugurado ayer por el alcalde, Enrique Tierno, controla el funcionamiento de las siete plantas depuradoras existentes en la ciudad, sobre los márgenes de los ríos Manzanares y Jarama. Cada planta dispone de un ordenador que transmite instantáneamente a la instalación central datos referentes al volumen del agua tratada, niveles de contaminación o ajustes de los equipos. Las obras de construcción de las plantas depuradoras, incluidas dentro del Plan de Saneamiento Integral de Madrid (PSIM), finalizaron hace un año.

Desde que empezaron a funcionar las estaciones depuradoras, el nivel de contaminación de las aguas del río Manzanares ha disminuido en tomo al 93%, según estimaciones de los técnicos del Departamento Municipal de Agua y Saneamiento, que hicieron ayer un balance de los resultados del PSIM.El Plan de Saneamiento Integral de Madrid, cuyas obras se realizaron entre 1980 y 1984, financiadas mediante un canon especial que se impuso en los recibos del agua, supuso la construcción de un total de 150 colectores y siete estaciones depuradoras de aguas residuales. Dos de estas instalaciones (Valdebebas y Rejas) vierten las aguas, ya casi completamente libres de contaminación, al río Jarama; y las cinco restantes, al río Manzanares.

650 toneladas de fango

Sólo una estación depuradora, la de Viveros de la Villa, está situada antes del paso del río por el casco urbano. Las plantas de la China, Butarque, Sur y Sur Oriental están emplazadas en el tramo sur del río Manzanares poco antes de que vierta sus aguas en el Jarama. El Ayuntamiento ha recibido (asumido) ya cinco plantas depuradoras, una vez transcurrido el período de garantía. Las dos restantes cumplen el plazo de garantía este mismo mes.

Mejor selección

La extracción de residuos de las aguas produce diariamente una cantidad aproximada de 650 toneladas de fango. La mayor parte de estas sustancias, unas 500 toneladas, se traslada a unas instalaciones de compostaje donde se prepararan para su comercialización. Los fangos se utilizan como fertilizante agrícola por su elevada concentración de materia biológica. El resto de los Iodos, aproximadamente el 25%, se acumula en un vertedero controlado.La reciente promulgación de una ordenanza reguladora de los vertidos domésticos a la red de saneamiento, incluida en la Ordenanza General del Medio Ambiente, permitirá una mejor selección de los desechos. Una vez extraídos los residuos sólidos en forma de fangos, las depuradoras completan el tratamiento de las aguas, mediante procesos de desinfección y cloración. Parte de la energía requerida para el funcionamiento de las instalaciones se extrae de los propios residuos, que producen gases por fermentación.

La imagen que ofrece el río Manzanares después de las obras emprendidas en su cauce poco tiene que ver. con aquel foco de suciedad que ha representado durante tanto tiempo. Las reformas han conáistido esencialmente en la construcción de estanques separados por presas con compuertas maniobrables, la canalización de los márgenes y la acumulación de fangos en ciertas zonas del cauce. La construcción del parque lineal del Manzanares, que recorrerá los márgenes del río a su paso por la ciudad, contribuirá a este cambio de imagen.

El esfuerzo por hacer algo lo más parecido posible a un río de lo que no era sino una cloaca se completa con la regeneración biológica del Manzanares, que es ya otra realidad. La escena de los patos deslizándose sobre las aguas del río a la altura del puente de los Franceses ha dejado ya de ser una simple anécdota. Más de 150 patos pueblan las aguas del Manzanares a su paso por la ciudad. Las casetas flotantes para las palmípedas se han convertido en un elemento característico, especialmente en el tramo norte del cauce.

La fauna piscícola ha requerido también una especial atención de los técnicos del Departamento de Aguas y Saneamiento. En la actualidad, se calcula que existe un pez en el tramo urbano del Manzanares cada seis metros cúbicos de agua. Se trata de carpas comunes y espejo, carpines, gambusias y cachuelos. La otra fauna, la que no ha sido invitada, también existe en torno al río. Los técnicos municipales reconocen que se ha detectado una especie nueva de mosquito, el Chironómido, aunque no reviste importancia desde el punto de vista sanitario, porque carece de órgano chupador.