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La CEOE asegura que el presupuesto impedirá crear empleo

La CEOE envió ayer al ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, su opinión sobre los grandes números del proyecto de Presupuestos del Estado para 1986. Esta puede resumirse en que la política presupuestaria no servirá para aumentar la inversión ni el empleo, porque debería actuar exactamente al revés: en vez de reducir la inversión pública real casi un 20%, mejorar las infraestructuras y equipamientos del país; frente al aumento del déficit hasta 1,42 billones de pesetas, rebajarlo mediante el control de los gastos corrientes, para que no crezcan a doble ritmo que la inflación prevista y para que permita disminuir las cuotas de las empresas a la Seguridad Social.La patronal fundamenta sus críticas en que, aun cuando el Gobierno prevé elevar la recaudación fiscal en 530.000 millones de pesetas -sin contar los 250.000 de tributos locales que serán cobrados mediante el impuesto sobre el valor añadido-, el déficit alcanzará "la astronómica cifra de 1,42 billones, que habrá que financiar ampliando al futuro la hipoteca que pesa sobre los presupuestos". Aunque dice confiar en que el Gobierno reconduzca el proyecto de Presupuestos del Estado "en la línea que exige el grave momento económico actual y las exigencias que plantea la próxima integración en la CEE", la patronal se muestra especialmente preocupada por el recorte de las inversiones públicas, cuyo aumento ya reclamó al firmar el AES. "Son sobradamente conocidas nuestras carencias en este terreno y, por consiguiente, el montante de inversión pública debe aumentar en pesetas corrientes y en términos reales".

Por el contrario, considera que el Gobierno, lejos de mantener "un presupuesto de resignación, inercial", debería disminuir o eliminar los gastos corrientes (16% de expansión) "que no contribuyan o sean obstáculo para la capitalización de la economía y la mejora del clima para las iniciativas empresariales". Propone en concreto que todas las administraciones públicas se comporten como lo haría una empresa: reducir los gastos corrientes al nivel permitido por el normal flujo de ingresos y por las necesidades de inversión para sobrevivir.

Subidas salariales

Pese a que la patronal apenas ha revelado de forma explícita más propuestas para reducir los gastos corrientes, entre los cuales la mayor partida está en el billón y medio de pesetas para el personal, de su escrito cabe deducir que le parece excesivo y subestimado el 8,7% de aumento presupuestado. El citado 8,7% se basa en una subida salarial del 7,2%, el mínimo de la banda prevista para 1986 por el Acuerdo Económico y Social (AES). Pero uno de los motivos por los que la CEOE acusa al Gobierno de incumplir el AES radica en la incidencia que tendrá la banda salarial -pactada cuando se hablaba de un 6% de inflación para 1986- en los costes de la empresas. Medios de CEOE comentan que entre el deslizamiento de la banda hacia arriba por la inflación prevista y la no reducción de cuotas empresariales a la Seguridad Social, el próximo año quizá se interrumpa el descenso real de los gastos de personal.El escrito de la patronal pone énfasis en que, si bien las transferencias estatales a la Seguridad Social y al subsidio de desempleo aumentarán en 250.000 milllones y desbordarán los 1,2 billones, la medida no se destina a "reducir las cuotas sociales de las empresas, que es uno de los elementos penalizadores del empleo más graves".

Otra de las sugerencias implícitas en el texto apunta a que, mediante la reducción del déficit, el Gobierno frenaría la bola de nieve formada por los gastos financieros de la deuda, cuyo coste aumentará en 200.000 millones de pesetas, camino del billón.

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