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Informe sobre el atentado contra Greenpeace

El informe Tricot sobre el atentado contra Greenpeace 'absuelve' al Gobierno francés

La investigación oficial encargada por el presidente francés, François Mitterrand, al político gaullista Bernard Tricot para aclarar las responsabilidades en el atentado contra el Rainbow Warrior, de la organización ecologista Greenpeace, hundido el 10 de julio en Auckland (Nueva Zelanda), exime de responsabilidad en el caso a las autoridades y a los servicios secretos franceses. La acción causó la muerte de un fotógrafo portugués. El primer ministro francés, Laurent Fabius, hará hoy una declaración pública sobre el informe. Las conclusiones de éste "toman a los franceses por imbéciles", según un diputado liberal.El primer ministro de Nueva Zelanda, David Lange, reaccionó en términos muy duros contra el informe, cuyas conclusiones rechaza por "totalmente increíbles". "Pintan un cuadro totalmente falso, insostenible ante la evidencia", afirmó Lange.

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Un portavoz de Greenpeace ha manifestado que lo conocido sobre el texto presenta aspectos "muy peculiares", aunque la organización ecologista no emitirá un juicio hasta mediados de semana.

"Por todo lo visto y oído, tengo la seguridad de que, a nivel gubernamental" no se adoptó ninguna decisión encaminada a dañar al Rainbow Warrior", señala Tricot en su informe de 25 páginas.

"No hay ninguna razón", continúa, "para creer (y existen fuertes razones para pensar lo contrario) que la DGSE (los servicios secretos franceses) haya dado a sus agentes de Nueva Zelanda otras instrucciones que no fueran las de llevar a cabo correctamente las directrices gubernamentales", esto es, vigilar las actividades de Greenpeace.

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Tricot cree en la inocencia de los detenidos Auckland y duda de la de tres submarinistas militares franceses

Viene de la primera páginaTricot se muestra convencido de inocencia de los dos agentes de DGSE procesados y encarcelas en Nueva Zelanda después de r detenidos tras el atentado (el mandante Alain Mafart, alias ain Turenge, y la capitana Do. que Prieur, que se hacía pasar r Sophie Turenge, esposa del terior) ' y "en el actual estado de información" también aboga r la inocencia de otros tres agens que operaban desde el velero uvea ' si bien la supuesta inocena de estos tres submarinistas de mbate del Ejército francés prenta más dudas al investigador.

Estos tres hombres se encontraoficialmente en paradero desnocido, aunque han sido entrestados, por Tricot, y ayer se engaron a la policía, que les puso libertad al no existir ninguna reamación sobre ellos, indepenentemente de la orden de busca captura dictada por Nueva Zeda. Se trata del subteniente Ron¿¡ Verge (alias Raymond Vele) y los brigadas Andries (Eric udrenc) y Bartelo (Jean-Michel rhtelo), a quienes el 23 de mayo ordenó "entrenarse en la naveción en el Pacífico sur", -inforar al servicio sobre el agrupaiento de la flotilla de Greenpace" estudiar la posibilidad de sumar barco a las campañas prestas".

Las declaración de los tres trilantes del Ouvea es la que genemás dudas en Tricot, quien inca que "no son despreciables las ones para suponer que fueron s autores del atentado". Tricot ta en este sentido como la "más eocupante" el hecho que "ninn indicio hasta ahora conocido oye la idea de que el autor o los tores hayan podido ser otros ás que ellos".

Como "otros motivos de sospea" sobre estos tres hombres, el forme menciona los equipos de ansmisión especial del Ouvea, la rmación, especializada de los es, submarinistas de combate pendientes de la base de Aspret(Córcega), y las numerosas piss dejadas tras de sí (lancha Zodiac y bombonas de oxígeno especiales utilizadas por la Marina, entre otras).

Como "consideraciones que apoyan su inocencia", el informe cita el corto período de tiempo que coincidieron en Nueva Zelanda el Ouvea y el Ra¡nbow Wanior. "El primero partió el 9 de julio y el segundo había llegado el 7", lo que deja un tiempo "escaso" para colocar las cargas explosivas.

Tricot, un gaullista que pasa por tener poca simpatía por los socialistas, ha estado investigando desde el día 8 en el caso. Se ha entrevistado con las autoridades políticas y militares francesas, así como con agentes secretos, y con las autoridades neozelandesas. La única laguna del informe, reconoce Tricot, es no haber podido entrevistar a los dos oficiales encarcelados en Nueva Zelanda.

El almirante Pierre Lacoste, jefe de la DGSE, manifestó a Tricot que sus agentes estaban autorizados no sólo a espiar a Greeripeace, sino a infiltrase en la-organizacióny "considerar" formas p ara contrarrestarla. Tricot señala que en un principio se preocupó por la ambigüedad de esta expresión y también por una indicación subrayada en un informe del Ministerio de Defensa que hablaba de "anticiparse" a las acciones de protesta de Greeripeace. El autor de este memorándum, el comandante de la zona de pruebas nucleares francesas en el Pacífico, almirante Henri Fages, indicó más tarde a Tricot que no quería indicar que se tomaran acciones contra Greenpeace.

El informe Tricot, pues, deja sin desvelar la identidad de los autores del atentado, aunque no por ello se ahorra una pequeña descripción -"hombres aislados movidos fundamentalmente por pasiones políticas"- e incluso insinúa la intervención "de otros servicios secretos", para lo que no faltan motivos: "Dañar a Greenpeace, movimiento que no molesta sólo a Francia; dañar a nuestro país, e incluso dañar a la vez aGreeripeace y a Francia haciendo recaer sobre nosotros las responsabilidades de este acto".

Las reacciones al informe han sido, por el momento, muy cautas tanto en Francia como entre los restantes implicados en el atentado. Sólo un diputado liberal francés y la URSS han mostrado su indignación. Para Moscú, el informe Tricot es un "intento de blanquear a las más altas autoridades" francesas,- mientras que para el diputado giscardiano Alain Madelin, ese documento "toma a los franceses por idiotas". "Se nos quiere hacer ver que se envía a hacer fotos a un submarinista de combate", dice.

Tricot es consciente de la sorpresa que van a generar las conclusiones de su informe y por ello manifiesta en el mismo documento que "una investigación administrativa, necesariamente rápida, diricilmente puede ser definitiva. Personalmente creo útil que este informe sea seguido en Francia de una examen más pormenorizado".

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