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Entrevista:

Edward Teller: "El secreto obstaculiza el desarrollo científico"

Francesc Valls

Nació hace 77 años en Hungría y poco antes de la Il Guerra Mundial se trasladó a Estados Unidos. Edward Teller, el padre de la bomba de hidrógeno, conocida como la bomba H, ha participado esta semana en el V Seminario sobre la Guerra Nuclear, que el físico italiano Antonino Zichichi ha organizado en la localidad siciliana de Erice. Consejero científico del presidente norteamericano, Ronald Reagan, Teller está considerado como la mano derecha del presidente en el terreno científico, aunque él lo niega categóricamente.

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La pequeña ciudad siciliana de Erice ha sido escenario la pasada semana de un nuevo encuentro de científicos norteamericanos, europeos occidentales y chinos para discutir sobre el desarrollo y los posibles efectos de las armas nucleares. La ausencia, no explicada, de la delegación soviética, que asistió en años anteriores, ha hecho que el interés se centre aún más en Teller, que se acompaña siempre de un enorme bastón entre apostólico y de mando.El tema de la desaparición del científico soviético Víctor Alexandrov, ocurrida el pasado mes de abril en Madrid, ha sobrevolado por encima de este V Seminario sobre la Guerra Nuclear. Muchos atribuyen a esta desaparición la causa de la ausencia de la delegación soviética de Erice. Teller, considerado un halcón de la Administración Reagan, ha estado permanentemente rodeado de agentes de la Brigada Antiterrorista de la policía italiana.

Pregunta. ¿Qué valoración le merece este quinto seminario, al que no ha acudido una delegación soviética?

Respuesta. Hemos celebrado un seminario en 1981 sin los soviéticos, al igual, que el de 1985. En el 82, 83 y 84 participamos con los rusos, y de todos estos encuentros yo recuerdo solamente una palabra de cuatro letras: niet. En el seminario de este año han estado presentes los chinos, y con ellos hemos tenido una sensación de contacto. Esto no ha sucedido en años anteriores con los soviéticos, con los que nos hubiéramos sentido satisfechos de habernos comunicado alguna información. Espero que sea en otra ocasión.

P. ¿Cree que los secretos científicos deben estar abiertos al conocimiento de toda la sociedad?

R. Podría discutir mucho sobre este tema. Creo que la apertura es necesaria. Con esto intento decir que debe explicarse cualquier tipo de descubrimiento sencillo, que no debe ser ocultado por más de un año. No puedo decir lo mismo, sin embargo, para proyectos más complicados y de dificil comprensión. Creo que el secreto obstaculiza el progreso científico.

'El día después'

P. ¿Cuál es la diferencia entre secreto militar y secreto científico y la diferencia que en estos campos pudiera separar a Estados Unidos y a la URSS?R. La diferencia es la que existe entre secretos que corresponden a los planes de acción militar y los secretos que conciernen a objetivos científicos. Creo que la diferencia es nimia. Nosotros debemos trabajar sólo con aquéllos que se adhieran a los principios de una paz real y que se adhieran a la apertura. Lo soviéticos son bienvenidos si su país se abre, pero ¿es posible esto? Por ejemplo, en las armas atómicas, que es donde nosotros tenemos las más altas barreras de secreto, los soviéticos están hoy en primer lugar. En el terreno de las computadoras, donde nosotros somos los líderes, no tenemos secretos.

P. ¿Cree que la guerra nuclear sería como la describe la película El día después?

R. Creo que se trata de un filme falso porque no permite ver la posibilidad de la defensa civil. Pero ¿qué es la defensa civil? Pues, precisamente, lo que países como China, Suecia, la Unión Soviética, Suiza e Israel tienen en común, porque la han organizado y lo han hecho bien. Quien se opone a la defensa civil utiliza el mismo razonamiento que aquéllos que no quieren hacer testamento porque no quieren ni pensar en la muerte.

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