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Felipe González y Carlos Solchaga redefinirán en los próximos días las líneas maestras del año económico

Los Presupuestos Generales del Estado para 1986, la reconducción del pacto social (Acuerdo Económico y Social) para el resto de la legislatura y algunos ajustes concretos del ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (por ejemplo, el reglamento del impuesto sobre el valor añadido, que tiene que entrar en vigor el 1 de enero del próximo ejercicio) son los temas más urgentes que a partir de ayer congregaron en Madrid, después de las vacaciones veraniegas, a una buena parte del equipo económico del Gobierno, incluido su presidente, Felipe González.

El presidente González, el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga; y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carlos Romero, llegaron ayer a Madrid. En otros departamentos económicos como Obras Públicas y Urbanismo (cuyo titular es Javier Sáez de Cosculluela) ya se estaba trabajando. En los próximos días llegará prácticamente el resto del equipo económico del Gobierno. Este equipo, sin reuniones formales inmediatas tipo Consejo de Ministros o Comisión Delegada para Asuntos Económicos, deberá llegar a un consenso en las líneas generales de los presupuestos para 1986, antes de que Felipe González parta para China y Japón y, posteriormente, a la Organización de Naciones Unidas.Sin embargo, hasta la próxima semana no se integrará a la Secretaría de Estado de Hacienda José Borrell, el responsable directo de este anteproyecto de ley. Las primeras líneas maestras de los presupuestos, estudiadas en las comisiones delegadas previas a las vacaciones, estiman unos gastos de 6,5 billones de pesetas y un déficit de 1,3 billones de pesetas, prácticamente igual al previsto en el ejercicio en curso. Se estimaba un recorte del gasto público de 340.000 millones de pesetas, distribuido en los diferentes capítulos (gastos de personal, deuda pública mediante reducciones de los tipos de interés a pagar, recortes en las transferencias a comunidades autónomas y subvenciones a los ayuntamientos, etcétera).

Mantener el déficit

Los gastos totales previstos se situaban en 6,5 billones de pesetas, con un aumento ligeramente superior al 10%, mientras que ingresos aumentarán por encima del 13% hasta 5,2 billones. Así, el déficit a financiar será el mismo en términos monetarios y bastante inferior en términos reales y en porcentaje sobre el PIB.Relacionados con los presupuestos se encuentran todos los cambios que se están anunciando en materia tributaria y los reglamentos de las leyes aprobadas en esta legislatura, tales como activos financieros, libertad de amortizaciones, incentivos fiscales, sanciones e inspección.

El anteproyecto de ley de presupuestos debe ser presentado en el Congreso de los Diputados, constitucionalmente, antes del 1 de octubre. Este año se incumplió este precepto; poco después de la crisis de Gobierno que significó la salida del Gabinete del anterior ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer y su sustitución por Carlos Solchaga, fuentes oficiales declararon que en esta ocasión los presupuestos entrarían en las Cortes en plazo.

El segundo tema a abordar es menos tangible y más psicológico. El Acuerdo Económico y Social (AES) está prácticamente muerto. Pese a que Solchaga ha declarado que el Gabinete puede gobernar sin la patronal, convertir en papel mojado el dificilísimo pacto social que se consiguió entre el Gobierno socialista, la patronal y la Unión General de Trabajadores (UGT), sería un grave precedente de cara al futuro inmediato. El presidente González despachará sin duda con el ministro de Economía, Carlos Solchaga, que va a ser el encargado de reconducir, si es posible, las conversaciones con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y con UGT. En la tarde de ayer, los principales dirigentes de estas organizaciones no se encontraban en sus sedes sociales. Los contactos, de producirse, se iniciarían en los próximos días.

Por último, el ingreso de Espafía en la CEE apremia la puesta en marcha de una serie de actuaciones, la más importante de todas la definición del reglamento e impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Los tres temas, presupuestos, AES e IVA están íntimamente vinculados e influirán en la marcha de la coyuntura económica, en lo referente a crecimiento del Producto Interior Bruto, nivel de inflación, incremento del desempleo, etcétera. En las próximas semanas se puede reproducir la polémica del pasado mes de julio sobre los puntos de inflación que añadirá el IVA al índice de precios al consumo, y que serán determinantes para la negociación salarial del próximo año.

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