Felipe González y el 'Azor'
He leído abundantísima literatura -adversa en su totalidad- a propósito de la ocurrencia que tuvo el presidente del Gobierno, de navegar durante dos días -con cuñadísimo y todo- en un yate propiedad del Estado.Sospecho que los escandalizados de hoy no se habrán parado a considerar que si hace 10 años hubieran podido escribir algo relacionado con las largas semanas que el Azor era casa flotante del general y su numerosa familia, o con la desmesura de los cachalotes capturados, hubieran sido llamados prontamente al orden por la correspondiente autoridad; y por supuesto, a ninguno de ellos se le ocurrió -sin que ello conllevara en modo alguno su conformidad con la regata- dar las gracias a don Felipe González porque el sistema político que representa les permite criticarla con tanta sobra de cáustico mal gusto como falta de memoria.-
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