Desconfianza policial ante la protección a militares que adopta y dirige Defensa

El ministro del Interior, José Barrionuevo, manifestó ayer que "las normas de seguridad relativas al Ministerio de Defensa son adoptadas por el propio ministerio", aunque concretó que "las instrucciones de protección dirigidas a militares deberían salir del departamento de Interior, puesto que los funcionarios que las llevan a cabo pertenecen a él. Esta afirmación viene a poner de relieve la descoordinación que, en algunas ocasiones, ha surgido entre ambos departamentos en materia de seguridad de altos cargos militares.

El vicealmirante asesinado no llevaba escolta y viajaba siempre sin variar sus itinerarios, según han confirmado diferentes fuentes, incluido el propio ministro del Interior.Por este motivo, fuentes policiales han expresado su desconfianza en los actuales sistemas de seguridad de militares y han basado tal afirmación en que no es muy operativo que Defensa adopte los sistemas de seguridad de estas personas cuando es la policía, dependiente del Ministerio del Interior, la que puede tener mayor información sobre los posibles objetivos de atentados, y se encuentra especializada en trabajos no sólo de información, sino de proteción y escolta. También mostraron desconfianza en que estos trabajos sean realizados por policía militar.

Actualmente, según informó el ministro del Interior en la conferencia de prensa que mantuvo con el ministro de Justicia norteamericano, existen "medidas de carácter general en torno a estas personas y hay instrucciones de carácter general para aquellas sobre las que existe alguna presunción de peligro superior al normal para que adopten ciertas pautas en su conducta".

Sin escolta

Fuentes policiales han confirmado que el militar viajaba sin escolta, y han expresado su sorpresa por este hecho en una persona que era director general de Política de Defensa, asesor directo del titular del departamento, Narcís Serra, y amigo íntimo y estrecho colaborador del jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Liberal Lucini.

Las mismas fuentes han aclarado ejemplos de descoordinación entre Interior y Defensa, que se produjeron, por ejemplo, en la época del asesinato del ex capitán general de Madrid teniente general Quintana Lacaci. En aquella ocasión, el Ministerio de Defensa fue advertido oficialmente por las autoridades policiales de que había sido detectado en Madrid un comando de ETA Militar que, según todos los indicios, tenía el objetivo de asesinar a un militar.

Defensa cursó una orden para que se extremaran las medidas de seguridad, pero no se estableció ningún sistema especial para que algunos generales que contaban con protección desde la mañana de los lunes hasta mediodía de los sábados tuvieran también escolta las tardes de los sábados y los domingos. Entre esos generales figuraba Quintana Lacaci, que fue asesinado el último domingo de enero de 1984, al salir de misa.