Las vacaciones sorpresa de Felipe González
Cuando se trata de sus propias vacaciones, el presidente Felipe González adora las sorpresas. El año pasado conmocionó a la opinión pública con un súbito viaje preveraníego a Túnez -competidor turístico de España- llevado en secreto hasta la víspera, lo mismo que su posterior desplazamiento a la isla caribeña de Orchila.Este año, se ha publicado -y no desmentido- que el presidente pasó, a mediados de julio, cuatro días de descanso, totalmente de incógnito, dedicado a la pesca en la isla de Alborán, "prácticamente desconectado de Madrid".
Ayer mismo, los españoles se desayunaban con el súbito desplazamiento presidencial a Lisboa, del que, acaso, nada hubieran sabido de no haber sido por una indiscreción (interesada) del portavoz gubernamental portugués. Esta vez, también parece haber sido la pesca, a bordo del yate Azor, de histórica memoria, el móvil principal del viaje lusitano de fin de semana.
Parece difícil justificar que estos desplaamientos sustituyan a otras actividades que, en principio, pudieran considerarse más necesarias o convenientes para la marcha del Estado, máxime cuando las vacaciones oficiales del presidente no comenzarán, según confirmó el portavoz gubernamental, hasta el proximo día 2 de agosto.
Así, la Moncloa explicó la súbita suspensión del viaje que González tenía previsto realizar a Latinoamérica entre los días 19 y 30 de este mes en función de la necesidad de "trabajar hasta última hora" en el borrador de los Presupuestos Generales del Estado para 1986.
Un acortamiento del viaje a Latinoamérica, que incluía visitas a Cuba -ésta especialmente polémica-, Ecuador y Perú, hubiese resultado perfectamente explicable, máxime cuando el nuevo equipo gubernamental socialista comenzaba su andadura tras la crisis.
"Agenda agotadora"
Pero ello no significa que debiese suspenderse todo el viaje, que incluía la toma de posesión, el domingo, del nuevo presidente peruano, Alan García, acto al que asistirán varios presidentes latinoamericanos y los ministros de Asuntos Exteriores de Contadora; España se ha limitado a enviar, en representación del presidente, al ministro de Cultura (el titular de Exteriores debe estar el lunes en Helsinki).
Aunque no existen informaciones seguras al respecto, por encontrarse el tema sometido al mayor de los secretos, parece probable que el domingo González esté aún finalizando su crucero de pesca en aguas portuguesas a bordo del Azor.
En otro orden de cosas, fuentes de la Moncloa hicieron hincapié en que González tiene "una agenda agotadora" para el mes de septiembre: sus desplazamientos a China y Japón, a la República Federal de Alemania y a Nueva York, ésta para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, junto a la preparación de los debates sobre política exterior y del estado de la nación, amén de "alguna salida a provincias", son algunos ejemplos de lo que espera al presidente a su regreso de las vacaciones oficiales en Andalucía.
