La CEE intenta negociar una solución a la guerra comercial siderúrgica con EE UU

La Comunidad Económica Europea intenta evitar la guerra comercial siderúrgica con Estados Unidos, pero la Comisión Europea tiene preparadas una serie de medidas de represalia contra la importación de productos estadounidenses en el caso de que las negociaciones para evitar las restricciones impuestas a las ventas de acero comunitario no prosperen.Los ministros de Industria de la CEE decidieron ayer en Bruselas volver a reunirse el próximo 1 de agosto para adoptar una postura definitiva contra los límites impuestos por EE UU sobre 17 productos siderúrgicos comunitarios. La CEE rechaza que las restricciones impuestas superen el 10% del comercio siderúrgico actual, frente al 25% que implican las medidas impuestas por Washington.

El ministro de Industria, Juan Majó, que ayer asistió como observador por primera vez a un Consejo de Ministros comunitario, declaró que España no está afectada directamente por el problema. A partir de septiembre, la Comunidad y Estados Unidos iniciarán la negociación de un nuevo convenio siderúrgico que entrerá en vigor el próximo año. El acuerdo comercial hispano-estadounidense para estos productos está vigente hasta 1989, aunque Majó apuntó la posibilidad de integrarse en el nuevo pacto comunitario.

Ayudas estatales

Con respecto a la situación del mercado interno europeo, el informe de la Comisión establece que, como consecuencia de los planes de reconversión, la producción de laminados calientes se habrá reducido este año en 32 millones de toneladas, lo cual coloca al sector en situación de recuperar su rentabilidad. La propuesta de la Comisión consiste en eliminar las ayudas estatales al sector a partir de enero de 1986 y mantener durante tres años más el sistema de cuotas de producción, para llegar progresívamente a la liberalización del mercado. Esta decisión, que deberá ser ratificada en una nueva reunión que se celebrará el 17 de octubre, supone un paso atrás en el objetivo de liberalizar el sector a partir de enero próximo.El ministro de Industria hizo hincapié durante su intervención en que España está en pleno proceso de reconversión siderúrgica y en la necesidad de que la CEE estudie los planes aprobados por el Gobierno. España tiene un período transitorio de tres años, plazo en el que contará con una cuota de exportación a la CEE de 825.000 toneladas anuales de acero.

Por otra parte, el Consejo de Ministros de la CEE decidió ayer aumentar entre un 8% y un 14% los aranceles para la importación de aparatos de vídeo, medida que se verá compensada con la reduccíón de tasas a la importación de otros productos electrónicos (entre un 14% y un 17% para los semiconductores). Esta decisión parece ir directamente dirigida contra Corea del Sur, porque el otro gran competidor, Japón, se ve beneficiado con la supresión de los límites impuestos por la Comunidad a sus exportaciones de vídeos.