_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El nivel de salarios

He leído en EL PAÍS del 9 de julio que "el nivel de salarios, a pesar de sus incrementos, continúa siendo muy alto para clarificar el mercado".La cita es del informe del FMI sobre la economía española.

"Clarificar el mercado" es, a lo más, un neologismo que pocos de sus lectores entenderán, y a lo menos, un simple error de traducción de la expresión "to clear the market", que viene a significar equilibrar el mercado, eliminando el exceso de: oferta.

Pero no es esta pequeña puntualización el objeto de mi carta sino señalar el dudoso análisis teórico que subyace esta afirmación del informe, que viene a recomendar una reducción todavía mayor de los salarios reales de los trabajadores.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Para hacer la afirmación del informe hay que suponer:

a) Que la demanda de los servicios del trabajo depende unilateralmente del coste del empleo. Pero el coste del trabajo no puede ser nunca criterio de decisión si no se compara con los beneficios de su empleo. La teoría más tradicional nos enseña que el empleador contratará trabajo hasta el punto en que el coste marginal del empleo sea igual a su producto marginal. Hay que suponer que el producto marginal, o productividad, no cambia para poder decir que el coste es la variable decisoria.

b) Que la tecnología, o la innovación tecnológica, es una variable exógena o predeterminada al mercado de trabajo, de forma que el paro tecnológico es inexistente o insignificante. Lo cual es mucho suponer en un tiempo de grandes y rápidas innovaciones tecnológicas, mecanización, robotización, reconversión, etcétera.

c) Que la innovación tecnológica responde únicamente a los cambios en los precios relativos del trabajo y el capital, lo cual va

Pasa a la página 14

Viene de la página 13

contra la experiencia moderna, que ve en la estrategia oligopolista, más que en los costes del trabajo, la fuente principal de innovaciones tecnológicas.

d) Que existe realmente un valor del salario real, probablemente muy bajo, capaz de eliminar el exceso de oferta de mano de obra, o sea, el desempleo. Pero bien pudiera ser que, al bajar sustancialmente el poder adquisitivo de los trabajadores, no haya suficiente consumo ni suficiente dinamismo en la economía como para garantizar el empleo de obreros baratos. Estaríamos como en los países del Tercer Mundo, donde los salarios no pueden ser más bajos y el paro es muy grande.

En resumen, no se puede aconsejar a un Gobierno que propicie la baja de salarios en base a un análisis tan simplificado y tan excesivamente ideológico.- Luis de Sebastián.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_