Impresiones sobre la Andalucía jornalera
Tengo la impresión de que estas letras, al igual que ocurriera en otras ocasiones, no van a ser publicadas en ese diario; no obstante, ahí las envío, por si corrieran mejor suerte. Trato de dar una visión subjetiva acerca de la Andalucía jornalera, la Andalucía olvidada, marginada. Hablo del pueblo jornalero, de un pueblo que corre el peligro de perder su condición como tal, de ese pueblo cuyo capital son las manos, manos ansiosas de trabajar, y a los que ese derecho se les niega.Falta de trabajo, por manido no menos cierto, problema principal de estas gentes. Pero no es el único; ¿alguien vio, escuchó o leyó las condiciones infrahumanas de estos poblados?; pongamos, por ejemplo: al pie del Torcal -bella sierra de Antequera-, la Higuera, El Cerro, Las Lomas -adscritos a Villanueva de la Concepción-, cuentan con unos 1.600 habitantes; Arroyo Coche y El Barranco de Almogía, con más de 700 habitantes, todos ellos sin ningún tipo de comunicaciones por carretera, a no ser que se califique de tales a unos carriles pedregosos y polvorientos donde vehículos de doble tracción se las ven y se las desean; toda una odisea el acceso a dichos poblados sin agua corriente ni teléfono, donde los niños y las niñas no pueden asistir a clase muchos días por dificultades de acceso. ¿Se imaginan tener que recorrer más de dos kilómetros para acarrear agua al poblado?; no son imaginaciones de quien escribe, es la imagen real que a diario se ve por estos lares. ¿Se hacen idea de lo que supone ir a una visita médica?, ¿trasladarse ocho o más kilómetros a pie o en una bestia? No es una pesadilla, es la misma realidad que viera el año pasado; poco ha cambiado o nada, a no ser la rabia y el malestar, y, claro está, las luc as de estos jornaleros y jornaleras por la tierra, el trabajo, la libertad y mejores condiciones de vida.
Es la otra Andalucía, de la que no se habla ni escribe a penas, la que hay que ocultar, la que avergüenza a las mentes bien pensantes y a la propia Junta, la Andalucía de los desheredados; la Andalucía que Hernández plasmó en sus poemas, la de "...los pies y las manos presos...". La Andalucía que canta con rabia contenida con los puños bien cerrados en la plaza de mi pueblo...".
Desde aquí mi más sentido y emocionado ¡adelante! a quienes como Ramiro o El Carlino, Ramón o Paco, jornaleros de estas tierras, de forma incansable y persuasiva, no cesan en la lucha; el bravo pueblo de Marinaleda, con su alcalde a la cabeza, que desde el día 5 se encuentran en huelga de hambre y ocupando la finca del Humoso; a todos ellos, jornaleros y jornaleras en lucha, ánimo y ¡adelante!-
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