La crisis del Gobierno

Un Gobierno más unido en torno a su presidente, en el que la autoridad de su segundo, el vicepresidente don Alfonso Guerra, queda robustecida al cesar su principal contradictor, el ministro Boyer, aunque se afirme que la línea económica anterior continúa; Gobierno claramente occidentalista, pero cuya valoración final deja un tanto perplejos y, sobre todo, pendientes de lo que el tiempo vaya aclarando, es el que ha salido de este cambio( ... )( ... )Independientemente de la nota que deba darse en justicia a la gestión del señor Morán, la actitud de éste ante el aliado norteamericano y su conocida oposición a la permanencia en la OTAN no permitían su continuación en el ministerio de la plaza de Santa Cruz y explican su sustitución por el señor Fernández Ordóñez. ( ...) El hecho de que, como diputado de UCD, votase en su día a favor del ingreso en la OTAN y su significación socialdemócrata permiten prever una buena acogida en las cancillerías occidentales. ( ... )

( ... )Don Francisco Fernández Ordóñez vestirá bien su nuevo cargo de fronteras afuera; más reticencias producirá sin duda su nombramiento dentro del partido socialista.

( ... ) El señor Boyer había impuesto una línea que sería inexacto denominar socialdemócrata, porque más propiamente le correspondería el calificativo de neoliberal; esa línea había provocado dentro de la UGT y del propio partido el recelo de los que veían en peligro nada menos que la identidad socialista. Sin embargo, no sólo se asegura la continuidad de dicha política económica, como hemos dicho, sino que se nombra para el Ministerio de Economía y Hacienda a un hombre identificado con ella, como es el señor Solchaga, que también se había enfrentado con los medios sindicales con motivo de la reconversión industrial. Lo que pasa es que el señor Solchaga se queda en socialdemócrata, sin llegar al neoliberalismo de su antecesor; es persona dialogante, lo que no era el señor Boyer, y sobre todo habrá que ver hasta qué punto la aplicación de la política económica es tan firme de ahora en adelante como lo ha sido hasta aquí. De momento, significativamente, la CEOE se ha negado a valorar este cambio.