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La amenaza terrorista

Irán presionó al Partido de Dios para que liberara a los rehenes del avión de la TWA desviado a Beirut

El Gobierno iraní utilizó su influencia sobre el Partido de Dios (Hezbollah), al que pertenecían los secuestradores de los pasajeros del vuelo 847 de la TWA, para persuadirles de que liberaran a los 39 rehenes, todos ellos estadounidenses, que permanecieron en su poder 17 días después del secuestro, según informaron el miércoles funcionarios estadounidenses. Esta actitud de Teherán es considerada por los observadores políticos como un esfuerzo por conservar el apoyo sirio en su guerra contra Irak. El secuestro se produjo el 14 de junio, cuando el avión de la TWA se dirigía de Atenas a Roma.

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Amabilidad y crueldad

Estados Unidos recurrió inicialmente a Nabih Berri, el líder de la milicia shií Amal (Esperanza), para buscar una solución al secuestro de los 39 rehenes norteamericanos, pero fue el presidente sirio, Hafez el Asad, quien concibió y propuso el acuerdo que concluyó con la liberación de todos ellos el pasado domingo.Además, mientras los estadounidenses depositaban sus esperanzas en Berri, se vieron sorprendidos al verle resistirse durante uno o dos días a la fórmula propuesta por Siria para resolver la crisis, al parecer por temor a que los sirios capitalizaran el éxito y él quedara relegado a un segundo plano.

Por otra parte, aunque tanto el Gobierno de EE UU como el israelí insisten en que no han hecho concesiones ni negociado con los secuestradores o con Siria, funcionarios en Washington y en Jerusalén han revelado que se llevaron a cabo una serie de contactos, mantenidos hasta ahora en secreto, sobre los más de 700 libaneses detenidos en Israel. La liberación de estos prisioneros era la principal petición de los secuestradores.

La fórmula propuesta por Asad eludía requerir a EE UU o a Israel un compromiso firme sobre la liberación de los detenidos. Se trataba de convencerles, manteniendo a los rehenes, de que para los secuestradores sería equivalente a una promesa la seguridad de que existía la expectativa por parte de EE UU de que Israel liberaría a los detenidos. La fraseología concreta se resolvió en una serie de entrevistas celebradas entre altos funcionarios sirios y April Glaspie, el encargado de negocios estadounidense, en Damasco.

En ese clima de negociación, el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, telefoneó al primer ministro israelí, Simón Peres, para confirmar que, una vez concluida la crisis de los rehenes, Israel llevaría adelante sus planes previamente anunciados de liberar a los libaneses detenidos, de acuerdo con las informaciones facilitadas por funcionarios israelíes. Por su parte, Hafez el Asad, tras llegar a un acuerdo con Estados Unidos, dio garantías personales a los secuestradores y a Berri de que los libaneses serían liberados si entregaban a los rehenes a Siria.

Reconstrucción de los hechos

En una reconstrucción de los movimientos negociadores que condujeron a la resolución de la crisis, los funcionarios estadounidenses y otras fuentes diplomáticas han señalado estos puntos:1. La Administración de Ronald Reagan cree que el secuestro original es obra de una facción "totalmente autónoma" dentro del Partido de Dios.

2. Washington continúa haciendo una distinción entre los tres secuestradores originales y los milicianos de Amal que subieron al avión posteriormente, pero ahora algunos ex rehenes dicen que los dos grupos de pistoleros shiíes parecían conocerse mutuamente.

3. El Gobierno de EE UU, en principio, espera conseguir la liberación de todos los rehenes cuando el avión hizo escala en Argelia. Pero algunos funcionarios creen que los reportajes de la Prensa sobre un inminente rescate estadounidense asustan a los secuestradores y les llevan a abandonar Argelia antes de lo previsto.

4. EE UU consulta al Gobierno argelino la posibilidad de situar una unidad Delta del Ejército -un grupo especial entrenado en técnicas de rescate- en Argelia, pero los funcionarios argelinos manifiestan que el avión de la TWA fue autorizado á aterrizar con la única condición de que "no hubiera intervención militar". Los funcionarios norteamericanos dicen únicamente que las autoridades argelinas insisten en que mientras el avión permanezca en su suelo ellas se encargarán del problema.

5. Reagan no ordena ningún intento de rescate después de que el avión regrese a Beirut el tercer día del secuestro, aunque una unidad Delta del Ejército se desplaza hasta Chipre, a unos 200 kilómetros de Beirut, y hay un grupo naval estadounidense cerca de las costas libanesas.

El secretario de Estado norteamericano declaró el miércoles que EE UU estudia "ofrecer recompensas por las informaciones que permitan la detención y enjuiciamiento de terroristas", tales como los secuestradores que desviaron hacia Beirut el avión de la TWA y mataron a un pasajero. Bush se refirió a una ley de 1984 que autoriza recompensas de hasta 500.000 dólares (unos 90 millones de pesetas).

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