Relaciones exteriores flexibles y unidad territorial ,objetivos de la reforma en China
El proceso de apertura económica en China se acompaña de una mayo actividad en las relaciones exteriores, con prioridad en los contactos con los países del Tercer Mundo y la oposición a las hegemonías (esto es, preponderancia de las dos superpotencias, Estados Unidos y la URSS). Se pretende también, tras el acuerdo con el Reino Unido sobre Hong Kong, la realización de los objetivos de reunificación territorial, con la negociación de un estatuto similar para Macao y las ofertas de acuerdos pacíficos con Taiwan para integrar la isla a la China continental.
En la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, en Pekín, se sirve coca-cola fría a los visitantes en la calurosa tarde pequinesa. Es un símbolo neto y claro de que la apertura encabezada por el hombre fuerte, Deng Xiaoping, se traduce también en materia de relaciones exteriores.Qi Huaiyuan, ministro adjunto de Asuntos Exteriores, explica a EL PAIS la situación actual de la política exterior china, y en tal contexto destaca las excelentes relaciones entre China y España, que deben consolidarse e incrementarse con la próxima visita a Pekín del presidente del Gobierno español, Felipe González, a primeros del próximo mes de septiembre.
Después de pronunciar una alocución sobre los principios básicos de la política exterior china (no agresión, no intervención y coexistencia pacífica con todos los países, al margen de sus sistemas sociales o políticos), Qi Huaiyuan indica que China desea que continúe el diálogo entre Estados Unidos y la Unión Soviética, pero también entre los bloques militares de la OTAN y del Pacto de Varsovia, para caminar hacia un proceso de distensión.
"China", dice Qi Huaiyuan, "sostiene que el deseo de supremacía nuclear entre las dos grandes superpotencias marca la actual tensión mundial". Expone que China desea que las actuales negociaciones entre Washington y Moscú en materia de armas estratégicas lleguen a acuerdos concretos y que se opone radicalmente a la extensión de la carrera de armamentos a las fronteras del espacio: "Consideramos que el espacio exterior pertenece a la humanidad, y sólo debe ser utilizado para el bien común".
Contactos con Moscú
En el capítulo de relaciones con Washington, Pekín da particular importancia a los aspectos económicos que se derivan de un buen entendimiento entre China y Estados Unidos, a fin de canalizar mayores inversiones estadounidenses hacia China, aunque considera que no deben coincidir necesariamente los puntos de vista en la política exterior.Ese principio de buenas relaciones económicas y comerciales internacionales es el que rige a la hora de establecer nuevos contactos con Moscú, en un momento de cierto deshielo entre soviéticos y chinos. "A finales del pasado año firmamos tres acuerdos de cooperación con la Unión Soviética en los terrenos económico, científico y cultural", dice el ministro adjunto de Asuntos Exteriores chino, Qi Huaiyuan.
Pero el tono cambia cuando se habla de relaciones políticas con la URSS. El panorama que plantean en Pekín es que "nada ha cambiado", porque la Unión Soviética continúa con su presencia militar en Afganistán (país que tiene un trozo de frontera común con China), mantiene un exceso de fuerzas militares a lo largo de la frontera chino-soviética y apoya la política de Vietnam por lo que se refiere a la intervención militar de ese país en Camboya.
"La URSS desea sinceramente dirigir su pistola hacia nosotros", afirma Qi Huaiyuan, experto en relaciones con la Unión Soviética y países del bloque socialista. Para el ministro adjunto de Asuntos Exteriores es evidente que "si la URSS no remueve estos obstáculos, está todavía muy lejos de poder hablar de normalización entre nosotros y ellos".
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