La policía detiene a otros tres supuestos encubridores del asesino del director bancario

Las federaciones de banca de las centrales sindicales UGT y CC OO han convocado para el lunes próximo un paro de cinco minutos en el sector, que se pretende sea seguido en toda España, en protesta por la muerte del director de una agencia del Banco General el pasado martes en Valencia. Por otra parte, la policía informó ayer que cinco mujeres y un hombre -dos de ellas y este último, capturados ayer- elevan a ocho las detenciones por el caso, incluidos los dos atracadores. La detención de los seis primeros se relaciona con su probable encubrimiento de José Sánchez Piquero, detenido el miércoles como presunto atracador y asesino del director.

Las federaciones de banca provincial de UGT y comarcal de CC OO de Valencia han solicitado explicaciones al delegado del Gobierno en Valencia, Eugenio Burriel, acerca del comportamiento de la policía durante el atraco. Los responsables de cada una de ellas han solicitado entrevistarse con él en relación con este asunto, y la ejecutiva comarcal de CC OO le dirigió ayer una carta en la que muestra su preocupación por el elevado número de atracos que se producen en Valencia.Según manifestó el secretario general de la Federación Comarcal de Banca de CC OO, Antoni Rodilla, existe, por una parte, una discrepancia entre la narración del atraco que hacen algunos testigos presenciales y la oficial de la delegación del Gobierno y la Jefatura Superior de Policía. Mientras, por ejemplo, los propietarios del bar St John's, que se encuentra frente a la oficina asaltada, dicen que la policía disparó al aire antes de que el atracador matase al director del banco, las fuentes oficiales desmintieron categóricamente que los hechos ocurriesen así.

La delegación del Gobierno en Valencia aseguró el miércoles haber efectuado un muestreo exhaustivo entre los testigos presenciales que avalaba la versión oficial de que el primer disparo fue el del atracador. Por su parte, el jefe superior de Policía, Carlos Gómez de Ramón, insistió en este extremo el miércoles por la tarde, durante una conferencia de Prensa sobre detención de Sánchez Piquero.

150% más de atracos

En cualquier caso, Antoni Rodilla señala que durante los dos últimos años el incremento de los atracos perpetrados en la provincia de Valencia ha sido del 150%, lo que constituye una cifra extremadamente preocupante. Añade que, "tal como están las medidas de seguridad en los bancos, están exclusivamente dirigidas a la protección del dinero y no a la de las vidas humanas, lo que se puede comprobar a través de casos como el ocurrido el martes".El secretario comarcal de banca de CC OO señala que, mientras en el año 1978 el botín medio por atraco era de 1.350.000 pesetas, ahora es de 750.000 pesetas. "La cuenca mediterránea es además la zona de máxima incidencia de atracos, especialmente Cataluña y el País Valenciano. Aquí las cajas de ahorro son las vedettes de todo el Estado, con el mayor porcentaje de atracos de España, a diferencia de las catalanas, que en los últimos años han conseguido hacer descender este tipo de delitos en sus oficinas extremando las medidas de seguridad".

En cuanto al atraco de la sucursal del Banco General en Valencia, Rodilla afirma que "nos causa gran inquietud la muerte de una persona y la actuación que pudieron tener los miembros de la Policía Nacional. Sin pretender prejuzgarlos, pensamos que pudo haber negligencia y falta de profesionalidad."

Por su parte, el secretario de la Federación Provincial de Banca de UGT, Vicente Rodrigo, había manifestado el día anterior que con las medidas de seguridad de que se dispone hoy se podría evitar el 90% de los atracos, y sugería el empleo de la puerta blindada con detector de metales para imposibilitar que entren en las oficinas bancarias personas con armas.

Rodrigo, que también piensa entrevistarse con el delegado del Gobierno en Valencia, dice que no entiende cómo pudo escapar un atracador en el momento en que estaba rodeado por la policía, y piensa que quizá el dispositivo policial pudo contribuir a la muerte de un empleado.