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La huella general convocada por CC OO no logró paralizar España

El paro fue mayoritario en las grandes industrias y en el País Vasco

La huelga general contra la reforma de las pensiones convocada por Comisiones Obreras, junto a otros sindicatos minoritarios, no consiguió paralizar el país, como, según resaltaron los dirigentes socialistas y el propio Gobierno, era su objetivo político. El paro fue seguido masivamente en la mayoría de las grandes industrias y de forma general en el País Vasco. El Ejecutivo considera que el paro ha sido un fracaso como tal huelga general, mientras que los convocantes -CC OO cifra la participación en cuatro millones de trabajadores- lo consideran un éxito sin precedentes. Numerosos piquetes, en ocasiones de forma coactiva, intentaron evitar la salida de los transportes urbanos y obligaron a cerrar a numerosos comercios, pero la policía lo impidió de forma contundente y practicó al menos 128 detenciones.

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Un fracaso con paliativos

El llamamiento a la huelga general contra la reforma de las pensiones paralizó ayer las grandes empresas industriales españolas, sobre todo en Madrid, Cataluña, País Vasco, Asturias, Comunidad Valenciana, Galicia y Andalucía. Asimismo, el paro fue masivo en el País Vasco, donde compartía la convocatoria ELA-STV, sindicato afín al PNV y mayoritario en Euskadi.En cambio, los transportes fueron objeto de una dura pugna entre los piquetes que intentaban paralizarlos y la policía que protegía su funcionamiento. Las fuerzas de seguridad consiguieron así, salvo excepciones, que se aplicase el decreto de servicios mínimos publicado por el Gobierno, que garantizaba el servicio en los transportes, sobre todo en horas punta. Los sindicatos convocantes protestaron duramente contra este decreto, por considerarlo un abuso contra el derecho de huelga, y por ello responsabilizaron a las autoridades de los numerosos brotes de violencia que surgieron a lo largo de todo el día. Finalmente, el transporte funcionó con relativa normalidad.

También se produjeron incidentes en torno a la actuación de piquetes que, desobedeciendo la consigna de los convocantes de actuar pacíficamente, intentaban de forma coactiva que cerrasen los comercios o que protagonizaban cortes de tráfico. Como consecuencia de todo ello, se produjeron al menos 128 detenciones en toda España, según fuentes del Gobierno. Varios de los detenidos son dirigentes de CC OO de distintas regiones y provincias. Fuera de los piquetes, la violencia no fue la nota principal de la jornada, y a la hora de cerrar esta edición sólo se tenían noticias de ocho heridos.

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