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Reportaje:Las diferencias que distinguen a las orquestas españolas

Tocar y llorar

La recuperación del prestigio de la Orquesta Nacional, condicionada por las retribuciones de sus músicos

ÁNGELES GARCÍA, Con 45 años de existencia, que la convierten en la más antigua de España, la Orquesta Nacional parece atravesar actualmente una importante crisis que la obstaculiza para recuperar el prestigio e internacionalidad que llegó a disfrutar desde que en 1949 se encargara de ella Ataúlfo Argenta, situación que se prolongó hasta mediados de la década de los setenta. El maestro Jesús López Cobos, nacido en Toro (Zamora) hace 45 años, es el director titular desde enero del pasado año, y bajo su batuta se esperaban lograr los síntomas de una recuperación que parece ser tardía. Una de las causas de ese retraso parece ser la situación económica de los 122 profesores titulares de la ONE, que es considerada discriminatoria respecto a otras bandas y otros colectivos de funcionarios.

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López Cobos, quien cuenta con una oferta para encargarse de la dirección musical de la Orquesta Sinfónica de Cincinnati (Estados Unidos), dice que "si todo sigue igual y las cosas no se arreglan como yo creo que deben resolverse, firmaré con Cincinnati en verano. Los contratos no son incompatibles, lo que ocurre es que dedicaré más tiempo a la orquesta americana".

Sin embargo, el anuncio de López Cobos no parece preocupar demasiado a los responsables de la política musical española "Para nosotros lo importante"', afirma José Manuel Garrido, "son las instituciones, no las personas que las dirigen. La persona que ocupa la dirección es algo coyuntural. Nos importa que la ONE sea la mejor orquesta de España, y todo lo demás es circunstancial".

Sobre los problemas materiales, Garrido asegura que, "de entrada, los músicos de la ONE son los mejor pagados", y de salida reconoce que "los titulares de la Orquesta de Radiotelevisión Española cobran más a partir de los tres primeros años, debido a las cantidades que perciben por trienios". Los técnicos de su departamento añaden que los músicos de la ONE tienen una dedicación de 24 horas semanales de trabajo en el teatro Real más 15 de preparación individual, y que el sueldo para los recién llegados es de 167.233 pesetas mensuales brutas, cantidad que supone una subida de un 34% -frente al 22% que se ha aplicado a todos los funcionarios- sobre lo que se pagaba en 1983. El programa ordinario se compone de 81 conciertos, y todo lo que exceda de este número se paga aparte, de forma que un concierto extraordinario supone 25.000 pesetas más y un ensayo extraordinario está primado con 5.000 pesetas extra. Máximo Fariñas, nacido en Arafo (Santa Cruz de Tenerife) hace 48 años, es contrabajo solista de la ONE desde hace 18 años. Como inspector de la ONE y miembro de la comisión de interior que componen cinco profesores, es uno de los mejores conocedores de la situación interna de la ONE.

Máximo Fariñas matiza que los problemas de la ONE vienen de atrás; son consecuencia de la situación en la que este organismo ha vivido desde su fundación, en 1940. Dice que esta circunstancia ha supuesto una clara discriminación de la Administración respecto a los 122 funcionarios que integran la plantilla de la ONE. "Las cantidades que nosotros podamos percibir no significan nada en sí mismas", dice Fariñas; "a nosotros lo que nos interesa es que la Administración nos aplique todos los conceptos que nos corresponden por nuestra categoría de funcionarios con índice 10 de proporcionalidad -la calificación máxima dentro de la Administración- y titulación máxima",

Como ejemplos concretos de esa discriminación, Fariñas señala el complemento de destino, que no se les ha aplicado hasta 1983. "Éste es también un ejemplo claro del olvido que ha habido desde la Administración hacia la ONE, porque cuando este complemento se aplicó a todos los funcionarios, nosotros tuvimos que reclamarlo y se nos reconoció con el mínimo posible". Un segundo ejemplo de esta discriminación lo constituye, según Fariñas, la aplicación en su día del concepto de dedicación exclusiva. "Esto es un agravio totalmente injusto, por cuanto todos los profesores están totalmente volcados con la ONE. El tema no está en contar las horas de actuación o de ensayos, sino que hay que valorar el trabajo real que exige cada día la orquesta. Son pocos los que pueden actuar con poca preparación individual. La inmensa mayoría debe dedicar a la música todo su tiempo. Yo creo que, en caso de que se nos reconociera la dedicación exclusiva, lo ideal sería que los profesores pudieran compaginar la orquesta con las actuaciones como solistas, ya que son actividades complementarias".

Tocar y llorar

El inspector de la ONE indica que con la llegada de López Cobos a la dirección de la orquesta s e crearon expectativas optimistas sobre el cambio de la situación, ya que una de las exigencias planteadas por el nuevo titular, antes de aceptar, fue la normalización económica del colectivo."Hasta entonces habíamos sufrido un gran abandono. Hace tres años que se nos empezó a tomar en serio, cuando se aprobó el reglamento, hecho que nosotros interpretamos como el comienzo de una nueva época lograda tras una lucha protagonizada por todos los componentes de la ONE. Es entonces cuando se inicia un movimiento para terminar con toda la desfavorable situación anterior. Creo que hasta ahora hemos sufrido un olvido particular: el de la sociedad misma respecto a sus artistas. últimamente hay mejores intenciones, pero lo cierto es que persisten los problemas administrativos y que las buenas intenciones de la Administración vienen acompañadas de soluciones lentas. Lo que nosotros queremos es que hay que saltarse las ideas de los administradores clásicos, que se olviden de las cualificaciones superiores y que apliquen todos los conceptos posibles para lograr que la orquesta sea atractiva".

Las medallas no sirven

Dentro del bloque de deficiencias materiales, la ONE sufre el problema de las oposiciones, única forma de acceso para los que pretenden ser profesores titulares de la orquesta. La plantilla de 122 profesores tiene un vacío de 30 plazas, que se cubren con interinos, de los que siete son extranjeros y tres españoles, mientras que el resto se cubre con contratos por concierto. Éste es, en cierta medida, un problema arrastrado de años anteriores, ya que entre 1977 y 1982, al no celebrarse las oposiciones con regularidad, no se han cubierto las vacantes originadas por jubilaciones o abandono de los titulares. Las oposiciones realizadas posteriormente no han servido para cubrir las vacantes, debido a que el tribunal examinador no ha considerado suficientemente aptos a los aspirantes.

"Para entrar en la ONE se exige muchísimo", dice Fariñas, "y la preparación que se da en los conservatorios no suele ser la más adecuada, porque se arrastran planes de estudios inadecuados y la falta de una racionalización y coordinación de las enseñanzas artísticas a nivel nacional. Esto no. ha permitido ni la racionalización ni los presupuestos para hacer frente a las necesidades de la demanda generada en los últimos años".

¿Qué valoración hacen los profesores de la ONE de su propia orquesta? "Nosotros creemos que la ONE debe ser la de mayor prestigio del país, y si se salvan estos escollos materiales pienso que lo puede ser. Cuando el prestigio se reduce a aureolas y medallas, no sirve para nada".

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