_
_
_
_
Tribuna:Debate internacional sobre el autor de 'Los Cantos'
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un norteamericano influyente en el mundo cultural europeo

En 1908 Ezra Loomis Pound abandona su país y se establece en Europa. Tiene 23 años (se cumple ahora, pues, el centenario de su nacimiento en Hailey, Estado de Idaho, en Estados Unidos) y ha estudiado lenguas clásicas, las literaturas inglesa y románica y la historia de Estados Unidos.Cuando en 1920 Ezra Pound abandona Londres por Francia e Italia, su personalidad se ha convertido ya en una de las más influyentes del mundo cultural europeo, en todas las vertientes en que esa influencia es posible para un intelectual y para un poeta de su tiempo.

En efecto, Ezra Pound ha colaborado con Hilda Doolittle y Richard Aldington en la formulación de los principios del imagismo (que abandona poco después, pero que dejará profunda huella en poetas de la generación inmediatamente posterior, como Cummings y Stevens, entre otros), se ha autonombrado corresponsal extranjero de la revista Poetry tan pronto como Harriet Monroe la funda en Chicago en 1912, ha influido decisivamente en la aparición en esa revista de los primeros poemas de T. S. Eliot y otros poetas jóvenes (al propio Eliot le ayudaría más tarde a corregir el manuscrito de The waste land, en lo que constituye uno de los ejemplos de colaboración más serios de la literatura contemporánea), ha participado con los escultores Jacob Epstein y Gaudier-Brzeska, con el pintor Wyndham Lewis y otros en la fundación del movimiento vorticista, ha conseguido que James Joyce vea publicado, serializado, en The Egoist su Retrato de un artista adolescente (A portrait of the artist as a young man) y ha ayudado a Marianne Moore a publicar su primer libro.

Más información
Un seminario sobre Ezra Pound reúne en Salamanca a expertos estadounidenses

Durante esos años, Ezra Pound se ha entregado al estudio de la cultura de las lenguas orientales, especialmente de China, a la que caracteriza como una nueva Grecia. A la vez ha empezado ya la composición de su monumental obra, The 'cantos', que se extendería desde 1916 hasta 1969, a lo largo de 116 secciones o cantos individuales, que constituyen un prodigio de energía creadora, imaginación y capacidad de erudición sintetizadora.

Desengañado

En Europa Ezra Pound busca una sociedad como la que cree que ha existido en la Roma y la Grecia clásicas, y también en China, en la que la cultura y el arte no se encuentran divorciados de los mundos político y económico.

En Benito Mussolini, al que consideraba artista tanto como hombre de Estado, Ezra Pound creyó ver una reencarnación de los antiguos mecenas del renacimiento, e incluso le considera heredero de Thomas Jefferson y de alguna otra gran figura de la historia de su país.

Al establecerse definitivamente en Italia (Rapallo, 1925), el escritor cree estar por fin (desengañado de los sistemas de explotación comercial del arte en el Reino Unido y Francia) conectando con los ideales artísticos y culturales no mercantilistas del mundo clásico mediterráneo.

Sus charlas en Radio Roma durante la II Guerra Mundial se dirigen principalmente a poner de relieve su convicción de la injusticia radical de los sistemas políticos capaces de llevar a los pueblos a la guerra y de lo monstruoso que resulta que Estados Unidos se encuentre luchando contra Italia, lo que considera un error histórico de magnitud sin igual.

Su antisemitismo (que es más bien un ataque contra los centros financieros del poder, que personifica en los Rotshchild, que una cuestión de raza) y sus peculiares concepciones de la economía han conectado con determinados aspectos superficiales del fascismo italiano, del que no ha sido capaz de percibir otras facetas.

Humillación

A consecuencia de esas actuaciones, en 1943 se le acusa de traición ante un Gran Jurado del distrito de Columbia, que le declara culpable.

Al enterarse, el poeta escribe una carta al fiscal general de Estados Unidos, Biddle, el 4 de agosto, en la que rechaza las acusaciones de que se le ha hecho objeto, y que constituye un preciso y ponderado alegato en favor de la libertad de expresión.

En 1945 el escritor es arrestado por los partisanos, que lo entregan a las tropas norteamericanas.

Cerca de Pisa, en una prisión militar norteamericana, Ezra Pound pasará semanas de humillación y penalidades (encerrado en una de las jaulas al aire libre, reservadas para los muy peligrosos, a sus 60 años de edad) hasta que se le envía a su país, Estados Unidos. Sus Pisan cantos (1948) conmueven por sus referencias a esos sufrimientos físicos y morales. Declarado irresponsable por un grupo de psiquiatras norteamericanos, es internado en el St. Elizabeth's Hospital, de Washington, en 1946. Allí permaneció hasta 1958, en que gracias a los esfuerzos de poetas, abogados y políticos (especialmente los de Archibald McLeish) se consiguió la revisión de su caso y la retirada de la vieja acusación que pesaba sobre él.

Violenta controversia

Antes, en 1948, se le había concedido el Premio Bollingen de poesía, otorgado por un comité de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. La airada reacción de determinados sectores de su país originó una violenta controversia, cuyos ecos sólo ahora empiezan a desaparecer. Cuando tras 10 años se le pusiera en libertad su único camino iba a ser otra ve Europa, donde (principalmente Italia) vivió hasta su muerte e 1972 el autor de los Cantos.

Ahora, a los 40 años de los polémicos sucesos y más de una década después de la muerte de Ezra Pound, el estudio de su obra empieza a poder separarse del escándalo y de los prejuicios. Su influencia en la poesía y en la crítica de lengua inglesa (y quizá no sólo e ese ámbito) del siglo XX, ha sido de tal magnitud y transcendencia que tardará mucho en poder se valorada y medida en todo su inmenso alcance.

Javier Coy es catedrático de Anglística de la universidad de Salamanca.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_