El gobernador civil de Tarragona, herido grave cuando mediaba en un atraco con rehenes a una oficina bancaria en Valls

El gobernador civil de Tarragona, Vicente Vafero Costa, resultó herido de gravedad a las cuatro de la tarde de ayer cuando negociaba con un atracador que había asaltado la sucursal del Banco de Sabadell en la ciudad de Valis (Tarragona) la liberación de los empleados que se encontraban retenidos en el interior de la entidad bancaria desde las 12.30. El gobernador fue sometido a una intervención quirúrgica de dos horas de duración en la residencia sanitaria Juan XXIII, de Tarragona, durante la cual se le extrajeron los dos proyectiles. Uno de ellos estaba alojado en el cuello y el otro en el pulmón.

Anoche, Vicente Valero se encontraba fuera de peligro, aunque su estado seguía siendo grave y se encontraba ingresado en la unidad de vigilancia intensiva de la residencia sanitaria. El autor de los disparos, Juan Manzanares Ros, fue detenido por la Guardia Civil poco después de herir al gobernador.A las 3.40 horas de la tarde el gobernador civil de Tarragona, Vicente Valero, penetró en el interior de la sucursal bancaria del Banco de Sabadell en Valls (Tarragona) acompañado por el alcalde de Valls, Pau Nuet, para negociar con él atracador. Juan Manzanares Ros, uno de los dos asaltantes, había advertido momentos antes que la vida de los ocho rehenes que mantenía consigo en el interior de la sucursal corría peligro si no se le dejaba hablar con el ministro del Interior, José Barrionuevo.

No se sabe en qué términos se registró la conversación entre el gobernador y el atracador pero, según testimonio de uno de los rehenes, después de parlamentar durante más de media hora, cuando ya parecía que había acuerdo y todo iba a finalizar felizmente, el atracador apuntó de forma decidida al gobernador civil, simulando que le disparaba.

Vicente Valero reaccionó con serenidad diciendo que "esta arma no dispara, no sirve para nada", tras lo cual, sin mediar palabra, el atracador efectuó tres disparos casi a quemarropa. Uno de los proyectiles se incrustó en la pared, pero los otros dos alcanzaron al gobernador, a pesar del movimiento rápido que éste realizó. Una de las balas le atravesó el brazo y se le alojó en el pecho. La otra quedó alojada en el cuello.

Disparos y gritos

Los disparos provocaron gritos en la calle y la confusión entre rehenes, fuerzas de seguridad y los muchos curiosos que habían acudido al lugar del atraco en cuanto tuvieron noticias del suceso. "Un coche, un coche", gritaban desde dentro de la sucursal. La gente esperaba ver salir de un momento a otro el atracador herido, pero la sorpresa fue enorme cuando quien apareció fue el gobernador. Vicente Valero se tambaleaba, apoyado en dos guardias civiles, y sangrando abundamente. Eran las 16.15 horas.

La multitud quedó compungida mientras el gobernador civil era introducido en una ambulancia que lo trasladó urgentemente al ambulatorio de la Seguridad Social de Valls, donde no pudo ser atendido por falta de personal médico.

Sobre esta circunstancia, el delegado de la Generalitat en Tarragona y el delegado del Gobierno en Cataluña, Josep Maldonado y Francesc Martí Jusmet, respectivamente, anunciaban más tarde la apertura de una investigación oficial.

En estado cada vez más grave, el herido fue trasladado rápidamente a la residencia de la Seguridad Social en Tarragona. Quince minutos después la ambulancia entraba en el servicio de urgencias de la residencia Juan XXIII. Cuando llegó al hospital, el gobernador civil presentaba una gran hinchazón en el cuerpo y síntomas de asfixia, lo que hizo temer a los médicos que le atendieron que la bala hubiera afectado gravemente el pulmón. La intervención quirúrgica se inició a las 17. 40 horas y finalizó a las 19.30.

Mientras se realizaba la operación, llegaron a la residencia el delegado del Gobierno en Cataluña, Francesc Martí Jusmet, quien sé enteró de lo ocurrido en el aeropuerto de Barcelona, cuando se encontraba despidiendo al ministro Tomás de la Quadra Salcedo, con el que había estado en Lérida. También acudió el gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal, y otras autoridades de Tarragona. Un helicóptero puesto a disposición de las autoridades por la Generalitat estaba dispuesto por si era necesario trasladar al gobernador a Barcelona.

Finalizada la intervención, Vicente Valero fue trasladado a la Unidad de Vigilancia Intensiva, donde quedó internado. El parte médico firmado por el doctor Luengo, indicaba que el gobernador padece neumomediatino producido por heridas de arma de fuego, que la intervención se había desarrollado sin complicaciones, que se habían extraído los dos proyectiles y que el pronóstico era grave.