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Arafat denuncia un compló de Siria y EE UU para destruir a la OLP en Líbano

AGENCIAS, Milicianos shiíes de Amal (Esperanza) reanudaron ayer su ataque contra los campos de refugiados palestinos en Beirut, resueltos a poner fin a la presencia de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Líbano. El máximo dirigente palestino, Yasir Arafat, declaró en Amman que el "bárbaro" ataque es el fruto de "una conspiración" entre Siria y Estados Unidos "contra nuestro pueblo".

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Los atacantes, que fueron reforzados, según la agencia Reuter, por soldados del Ejército libanés, tenían ayer prácticamente bajo su control los campos de Sabra y Chatila (escenario de la matanza perpetrada en septiembre de 1982 por los cristianos libaneses), aunque unos pocos combatientes palestinos se negaban a entregar las armas."Este ataque forma parte de un acuerdo entre Richard Murphy (subsecretario de Estado norteamericano para Oriente Próximo) y Siria para impedir que las fuerzas de la OLP puedan volver al sur de Líbano y salvaguardar así la frontera norte de Israel", dijo ayer Arafat en una conferencia de prensa en la capital jordana. A su vez, el ministro de Exteriores sirio, Faruk al Shara, acusó en París a Arafat de haber provocado los enfrentamientos.

Fuentes de los hospitales de Beirut informaron que al menos 140 personas han muerto y 700 han resultado heridas en los combates iniciados el pasado domingo por el control de los campamentos palestinos. En la parte cristiana de Beirut también se vivió ayer una jornada de duelo por las víctimas del atentado perpetrado el miércoles mediante la explosión de un coche bomba que destruyó varios edificios de la principal calle del barrio de Sinn el Fin, habitado por clase media. Ayer fueron encontradas entre los escombros seis nuevas víctimas, lo que eleva el número de muertos a 38, cifra inferior a los primeros cálculos.

Los milicianos shiíes iniciaron su penetración en los campamentos de Sabra y Chatila en la noche del miércoles, cuando la resistencia parecía haber terminado en ambos, pero algunos combatientes palestinos seguían presentando batalla ayer por las callejuelas de los campos de refugiados.

Un teniente del Ejército libanés informó ayer que sus tropas habían abierto fuego de tanques y artillería contra edificios de los campamentos palestinos. Preguntado por las razones por las que el Ejército había intervenido, el oficial contestó: "órdenes".

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Yasir Arafat apeló "a todos los hombres de buena voluntad del mundo" para salvaguardar los campamentos "de estos bárbaros ataques". Decenas de palestinos que viven en Jordania se han ofrecido voluntarios para dirigirse a Líbano y combatir junto a los habitantes de los campos de refugiados. El Frente de Salvación Nacional Palestino (prosirio) ha prometido intervenir militarmente en favor de sus compatriotas refugiados "si Siria no adopta alguna iniciativa para que el movimiento Amal cese sus agresiones". Las áreas shiíes que rodean los campamentos fueron ayer bombardeadas, por segundo día consecutivo, por la artillería de largo alcance de los grupos palestinos prosirios instalados en las montañas. Al menos 15 habitantes de la zona murieron tras este ataque.

El presidente de la OLP acusó a Amal de suscribir un "acuerdo secreto" con Israel contra la resistencia palestina en Líbano", pero elogió al Partido Socialista Progresista, de Walid Jumblat, y al partido Morabitun (sunita nasserista) por negarse a tomar parte en los combates. Arafat telefoneó al líder libio, Muamar el Gaddafi, para agredecerle "su apoyo a los habitantes de Sabra y Chatila", según informaron fuentes palestinas en Amman. Un portavoz de Amal manifestó que su objetivo era "limpiar los espías de Sabra y Chatila por sus despreciables ideas".

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