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'La dama oferente' será presentada oficialmente en el palacio de Velázquez del Retiro madrileño

La escultura de Picasso La dama oferente, una de las obras pertenecientes al legado que, junto al Guernika, donó el pintor malagueño al Estado español, será presentada oficialmente esta tarde en el palacio de Velázquez del Retiro madrileño. Esta hermosa pieza, particularmente estimada por Picasso, fue exhibida en el pabellón de la República española, en la Exposición Universal de 1937 en París. Según el testimonio de Josep Lluís Sert, la escultura estuvo emplazada exactamente enfrente de la fachada del patio del pabellón, en cuyo interior ocupaba el Guernica un lugar central. El Ministerio de Cultura la alojará definitivamente en el Casón del Buen Retiro, junto al Guernica.

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Las raíces ibéricas de la escultura favorita de Picasso

Con La dama oferente Picasso quiso hacer una contribución especial en homenaje a los escultores españoles muertos en la guerra civil Emiliano Barral y Francisco Pérez Mateos, así como sumarse con sus esculturas a una muestra caracterizada por una muy relevante presencia plástica, pues en la exposición de París estaban obras extraordinarias de Julio González, Alexander Calder, Alberto Sánchez y del propio E. Barral.De La dama oferente, que fue realizada durante el verano de 1933, Picasso hizo dos copias en bronce antes de destruir el original: una de ellas está junto a su tumba, en Vauvenargues (Francia), y la otra, por expreso deseo del creador, es la que viene ahora a España para ser instalada junto al Guernica.

La dama oferente no vino a España con el Guernica porque no estaba depositada en el MOMA neoyorkino, sino que la conservó Picasso consigo y pasó, tras su muerte, a sus herederos, acompañada, eso sí, con la inscripción que afirmaba su pertenencia a la República española. De manera que hubo que realizar una serie de gestiones diferentes, que fueron oficialmente iniciadas pocos días después de llegar a Madrid el Guernica, el 23 de septiembre de 1981, por Javier Tusell, director general de Bellas Artes por aquel entonces.

Complicadas gestiones

Esta serie de primeros contactos con los herederos de Picasso para la recuperación de la pieza comprensiblemente interrumpida tras el cese de Tusell en abril de 1982 y no se reanudó hasta marzo de 1983 por inicitiva del director general de Bellas Artes del Gobierno socialista, Manuel Álvarez de Miranda. Desde entonces hasta el momento presente, en el que la escultura ya está definitivamente en nuestro país, se han desarrollado numerosas y complicadas gestiones, ya que, aun siendo la titularidad indiscutible, era imprescindible, desde el punto de vista legal el consentimiento unánime de todos los herederos.Han sido precisos, por consiguiente, más de dos años de largas negociaciones en las que han intervenido, entre otros, diversas personalidades oficiales, como el ya citado Álvarez de Miranda; su sustituto en la Dirección General de Bellas Artes, Dionisio Hernández Gil; Carmen Giménez, asesora del ministro de Cultura; Joan Raventós, embajador español en París; Miguel Angel Carriedo, y Mariano Alonso Burón, del ministerio de Asuntos Exteriores, y Narcís Serra, ministro de Defensa, que no actuó como tal, sino por su amistad personal con Jacqueline Picasso, la cual, al parecer, pretendía, y aún pretende, obtener, increíblemente sin obtener el resultado apetecido, la doble nacionalidad española y francesa.

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