Los ruidos de Almaraz han evitado el silencio
La población denuncia la actitud de desinformación de los directivos de la central nuclear
"De no haberse escuchado ese tremendo ruido, aquí nadie se hubiera enterado de lo ocurrido". Con estas palabras, un grupo de jóvenes, informadores habituales ante determinados medios de comunicación de cualquier movimiento extraño que se observa alrededor de la central, dejaban entrever que el suceso ocurrido en la noche del pasado lunes, cuando se produjo el fallo de la válvula de alivio en el grupo 2 de la central nuclear de Almaraz, hubiese quedado en el más absoluto silencio, "porque sus directivos nos tienen acostumbrados a ocultar los problemas que surgen en las instalaciones".
Lo cierto es que en el primer télex enviado por los responsables de la central al Consejo de Seguridad Nuclear se silenciaba el fallo, pero pocas horas después algunos medios locales y nacionales aireaban la noticia, con lo que la dirección de CNA difícilmente podía ocultar el hecho. Sólo después de que la anomalía habida en la válvula de alivio era ya de conocimiento público, la dirección lo comunicaba al consejo. "Como hecho físico incuestionable, la población de Almaraz no podía dejar de inmutarse ante ruido de tal magnitud, pero lo cierto es que la gente suele pasar bastante de la central", comentaba el responsable de la radio comarcal.Ello no es obstáculo, sin embargo, para que algunos vecinos se hayan sorprendido con las recientes declaraciones del alcalde, Fausto Simón, cuando dijo que "se está haciendo demagogia con el ruido", que "la cosa no tiene mayor trascendencia" y que "el tema está bastante claro", confiando plenamente en las explicaciones de los técnicos.
Almaraz, localidad cacereña de 1.318 habitantes, está situada apenas a kilómetro y medio de la central. En diversas ocasiones la población ha lamentado que, pese a contar en sus proximidades con una instalación nuclear cuyo montaje supuso "inversiones astronómicas" y que genera importantes beneficios para las compañías eléctricas propietarias, la vida del pueblo "sigue siendo la de un lugar humilde que cuenta, además, con un alto índice de paro".
La Junta de Extremadura, a través de su portavoz, ha efectuado una doble valoración del suceso, señalando que la parte negativa viene dada por "la central nuclear de Almaraz, que ha escamoteado información tanto al Consejo de Seguridad Nuclear como a la propia Junta, representante máximo del pueblo extremeño", y la positiva hay que encontrarla en la propia actitud del consejo, que por esta vez ha mantenido informada a la Junta".
Las relaciones entre la Junta de Extremadura y el Consejo de Seguridad Nuclear atraviesan un buen momento después de los enfrentamientos habidos entre ambos organismos. El diálogo parece ahora abierto, y en los primeros días de junio una representación del consejo comparecerá ante la Comisión de Energía del Parlamento extremeño.
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