España no incrementara su ayuda a Nicaragua, a pesar del embargo estadounidense
El presidente del Gobierno español, Felipe González, afirmó ayer, en presencia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que España no piensa responder "en sentido agresivo" al embargo decretado por Estados Unidos contra dicho país, y mantendrá como hasta ahora sus relaciones con él. El embargo, sugirió González, no incitará a España a incrementar su ayuda a Nicaragua. El presidente español descartó también que España inicie ahora la cooperación militar con Managua.
Daniel Ortega llegó ayer a Madrid en visita calificada de privada, y declaró en el aeropuerto de Barajas que desea iniciar de nuevo las conversaciones bilaterales de Manzanillo con Estados Unidos, interrumpidas por voluntad de Washington.Durante la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron Ortega y González en la Moncloa, el primero tuvo duras palabras para con Ronald Reagan, al que llamó "nazi" y "asesino". González -que dijo querer seguir teniendo buenas relaciones con Washington y Managua- pidió moderación verbal, y afirmó que Estados Unidos ayudó a Europa a liberarse de los nazis y que creía que volvería a hacerlo si fuera necesario.
Después de visitar la Moncloa, Ortega marchó a la Embajada de Nicaragua, donde se entrevistó con Gerardo Iglesias, Marcelino Camacho y Nicolás Redondo. Unos 5.000 manifestantes corearon consignas contrarias a Felipe González, lo que obligó a Ortega a intervenir, en público, en defensa del presidente español.
La visita de Ortega coincide con la adopción en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución que apoya las gestiones de paz de¡ Grupo de Contadora, pide la reanudación de¡ diálogo entre Washington y Managua -interrumpido por Estados Unidos- y reafirma el derecho de Nicaragua a elegir -sin injerencia externa, subversión, coacción o amenaza- su propio sistema político, económico y social.
El representante norteamericano, José Solórzano, utilizó en la sesión del Consejo un truco de procedimiento que no se empleaba desde 1962 para evitar tener que vetar un texto que incluyera la condena del embargo comercial al régimen sandinista: exigió que se votara punto por punto (el documento constaba de 17), y vetó tan sólo los que condenaban las sanciones, en tanto que se abstenía en el que se pedía la reanudación del diálogo con Managua.
Aunque el régimen sandinista sostiene que puede sobrevivir perfectamente sin la ayuda estadounidense, el embargo ha obligado ya a Managua a adoptar medidas de austeridad, anunciadas ayer.
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