Discreta conmemoración británica como signo de reconciliacion
El Reino Unido celebró ayer, intencionadamente sin ninguna ostentación, el 40º aniversario del armisticio. La única ceremonia oficial fue un oficio conmemorativo en la abadía de Westminster, presidido por la familia real. Paradas y desfiles militares quedaron reducidos al mínimo, a petición expresa de la primera ministra, Margaret Thatcher, que quiso destacar así la reconciliación con la RFA.Dos mil ex combatientes fueron invitados a asistir al oficio de Westminster, junto a la reina Isabel II y el cuerpo diplomático. En la alocución que pronunció durante dicho acto, bajo la protección de un impresionante dispositivo de seguridad que incluyó a tiradores apostados sobre los tejados vecinos, el arzobispo de Canterbury Robert Runcie, primado de la Iglesia anglicana, declaró que "ningún método, salvo la guerra" hubiera podido terminar con el régimen nazi.
El 40º aniversario mereció, en cambio, una celebración muy especial en las islas anglo-normandas, la única parte del territorio del Reino Unido que fue ocupada por Ias tropas alemanas.
