La visita, a Bitburg es "una blasfemia", según el Kremlin

La visita del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, al cementerio de Bitburg (RFA), donde están enterrados algunos miembros de las SS hitlerianas, es "una blasfemia" que causa indignación en la URSS, según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Vladimir Lomeiko. Este portavoz participó ayer en una conferencia de prensa dedicada al 40º aniversario de la victoria soviética contra Alemania. Al acto asistieron el primer viceministro de Defensa, mariscal Vasili Petrov, y seis generales del Ejército soviético.

Las celebraciones solemnes de la capitulación de la Alemania nazi, que culminan el 9 de mayo con un desfile militar en la plaza Roja de Moscú, acaparan la actividad política de la capital soviética, poniendo de manifiesto las actuales tensiones entre los antiguos aliados y el carácter espinoso que la cuestión alemana todavía conserva.El máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, y su homólogo de la RDA, Erich Honecker, mani festaron conjuntamente el pasado domingo, día 5, en un comunicado difundido por la agencia Tass: "La Unión Soviética y la Republica De mocrática Alemana (RDA) están decididamente en contra de cual quier concepción que considere no resuelta la cuestión alemana".

Mientras el presidente Reagan viajaba por territorio de la RFA, Honecker realizó una visita relámpago a Moscú durante el fin de semana. Desde suelo soviético, el dirigente alemán, que estuvo prisionero durante una década en la Alemania nazi, reafirmó la tradición antifascista germana, cuya herencia reclama la RDA. Al cementerio de Bitburg, Honecker contrapuso la inauguración en la localidad de Krasnogorsk (a 20 kilómetros de Moscú) de un museo dedicado a los alemanes que desde territorio soviético se opusieron al nazismo y fundaron el grupo Alemania Libre. Honecker ligó fascismo e imperialismo y señaló que el "fascismo alemán" fue "el fruto más reaccionario del imperialismo, el más agresivo y aborrecible para la humanidad".

"Del suelo de la Alemania socialista", sentenció el germano, "nunca más volverá a surgir la guerra". Para Gorbachov y Honecker, sin embargo, "la presencia de cohetes nucleares norteamericanos en la RFA y la práctica adhesión de Bonn a los planes norteamericanos de armamento estratégico contradicen directamente la promesa de los dirigentes de ese país de hacer todo para que del suelo alemán no vuelva a surgir nunca la amenaza de guerra".

Las lecciones de la historia

En la conferencia de prensa de ayer, el mariscal Petrov acusó a EE UU de no haber aprendido las lecciones de la historia y de tratar de conseguir la hegemonía con ayuda de los cohetes, MX, Pershing y la guerra de las galaxias. Petrov manifestó que "la paz al estilo americano" no es posible porque en el mundo está la URSS. El primer viceministro ole Defensa ensalzó el papel del Ejército soviético ante la Alemania nazi.

Por su parte, el teniente general e historiador Pavel ZhÍlin manifestó que la Alemania de Adolfo Hitler era la "fuerza de choque del imperialismo", y acusó a los historiadores occidentales de tergiversar los hechos en su interpretación de la II Guerra Mundial. Según Zhilin, la tergiversación trata, entre otras cosas, de defender la tesis de la existencia de una "amenaza soviética" en 1939 y de la actuación de Hitíer en su "guerra preventiva".

Los actos conmemorativos que culminan el 9 de mayo han suscitado controversia en medios diplomáticos occidentales en Moscú. Consisten en una ofrenda floral ante la tumba del soldado desconocido, una sesión solemne en la que intervendrá un alto dirigente soviético (tal vez Gorbachov), una recepción en el Kremlin y el desfile en la plaza Roja.

Presencia de embajadores

La sesión solemne es el acontecimiento más polémico. Los representantes norteamericanos han expresado el temor de que puedan pronunciarse allí palabras "inaceptables" para los presentes. De acuerdo con esta teoría, EE UU sólo estará representado por su embajador en la ofrenda floral. Un portavoz de la Embajada señaló que ni el embajador ni el agregado militar irán al desfile, debido a la "falta de resolución satisfactoria" del caso del mayor Arthur Nicholson, muerto en un incidente fronterizo con un soldado soviético el pasado marzo.

La RFA, el país más sensible, sólo enviará representantes a la ofrenda floral del soldado desconocido, segun una fuente germanooccidental. El embajador británico, al igual que los de Italia, Francia y Grecia, estará presente en todos los actos. Asimismo, España, muy probablemente, será representada por su embajador en todas las celebraciones.