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La visita del presidente estadounidense a España

Decenas de miles de personas participaron en Madrid en la marcha contra la visita del presidente de EE UU

Rocío García

Decenas de miles de personas -500.000, según los organizadores, y 75.000, según la cifra dada por la dotación del helicóptero de la Policía Nacional que sobrevoló la zona- se manifestaron ayer en Madrid en protesta por la visita que hoy inicia el presidente de EE UU, Ronald Reagan, y contra la permanencia de España en la OTAN. Durante la manifestación se produjeron algunos incidentes. Un grupo de jóvenes lanzó dos botellas con líquido inflamable contra la sede de Alianza Popular, y después de la marcha dos centenares de personas fueron dispersadas por la Policía Nacional cuando intentaban acercarse al edificio de la Embajada de EE UU, fuertemente protegido.

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La manifestación, convocada por la Coordinadora Estatal de Organizaciones Pacifistas, comenzó pasadas las 11.30 en la calle de Alberto Aguilera, y concluyó cerca de las dos de la tarde en la plaza de Colón, tras un recorrido de unos 2,3 kilómetros. La cabecera de la marcha, bajo el lema Reagan lo que Reagan, OTAN no. Bases fuera. Neutralidad, estaba integrada por un representante de cada una de las organizaciones convocantes.Diversos incidentes se sucedieron a lo largo del recorrido de la manifestación. Un grupo de participantes lanzó dos botellas de líquido inflamable contra la sede de Alianza Popular -situada en la calle de Génova-, donde en ese momento se encontraban Carlos Robles Piquer, vicepresidente de AP, y un portero. Momentos antes del asalto, que produjo la rotura de la puerta, de cristal, de la sede del partido, algunas personas habían lanzado bolsas de pintura roja contra la fachada del edificio y habían realizado pintadas con frases como ETA, mátalos; y Fraga al agujero como Franco y Carrero.

La sede de AP no tenía protección policial. Según una nota difundida ayer por la Delegación del Gobierno en Madrid, "se creyó oportuno no colocar preventivamente policías por entender que una acción apriorística de este tipo podría suponer una incitación que moviera a algunos manifestantes a actuar ante la presencia de las fuerzas de orden público". Tras el asalto se dispuso una protección policial de 34 agentes, parapetados tras escudos. El Comité Ejecutivo de AP estudiará hoy la presentación de denuncias contra los organizadores de la manifestación y contra la autoridad gubernativa, según manifestó ayer Robles Piquer, quien calificó la agresión de "vandálica". También la Delegación del Gobierno ha anunciado la imposición de fuertes sanciones contra los organizadores.

En la Audiencia Nacional

Al pasar la manifestación frente a la Audiencia Nacional, en la calle de Génova, una persona con el rostro cubierto pintó en las paredes No a la ley antiterrorista. Cuando finalizaba la pintada, policías nacionales salieron del edificio y el autor se escabulló entre los manifestantes, entre gritos de Policía asesina. Asimismo, algunos jóvenes quemaron banderas de Estados Unidos. Una vez finalizada la manifestación, hacia las 14.40, dos centenares de personas intentaron acercarse al edificio de la Embajada estadounidense, en la calle de Serrano, que se encontraba fuertemente protegido. Los manifestantes fueron disueltos por la Policía Nacional, después de que el capitán que se encontraba al frente diera la orden de disolución "con energía, pero sin malos modos".

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La presencia socialista fue discreta. Tras una pancarta con el lema Hacia una política exterior de izquierda y socialista. Desarme, sí. OTAN, no, marcharon Manuel de la Rocha, consejero de Educación del Gobierno madrileño; Antonio García Santesmases -estos dos, miembros de la corriente Izquierda Socialista-; Francisca Sauquillo, senadora, y Justo Fernández, dirigente de UGT de la banca, entre otros. Francisca Sauquillo afirmó que hay que distinguir entre la visita de un presidente extranjero y la manifestación de protesta contra la política de Reagan.

Los distintos sectores comunistas participaron en la marcha por separado. Santiago Carrillo, junto con su mujer; Adolfo Pastor y Julián Ariza, entre otros, se situó detrás de una pancarta firmada por el Comité Regional del PCE de Madrid. En otro grupo caminaban Gerardo Iglesias, secretario general del PCE; Enrique Curiel, vicesecretario, y Pedro Díez, nuevo secretario regional de Madrid. También asistieron Ramón Tamames, de la Federación Progresista, e Ignacio Gallego, del Partido Comunista (prosoviético).

La manifestación se desarrolló, salvo los incidentes, en un ambiente festivo. Charangas, gigantes y cabezudos animaron el recorrido. Junto a la sede de AP apareció un manifestante disfrazado de King Kong. La visita de Reagan al ce menterio alemán de Bitburg fue aludida en diversos carteles: "Si tanto te gustan los cementerios nazis, quédate allí, es tu sitio". El gri to más coreado fue "OTAN no Bases fuera". También se gritó "Reagan, cuatrero, fascista y pistolero" y "Reagan, matón, coge caracoles en Sacedón".

Marcha en Barcelona

En Barcelona, 225.000 personas, según cálculos efectuados por la Guardia Urbana, participaron en la manifestación convocada por diversas organizaciones pacifistas, con el apoyo de partidos y sindicatos de izquierda. La manifestación se inició a las 12.15 horas en la plaza de Catalunya después de quelos organizadores fumaran la pipa de la paz, y terminó a las 14.30, junto al mar, tras un recorrido de cinco kilómetros, con el lanzamiento de un gran globo sobre la ciudad y el entierro en la playa del hacha de guerra.

El único incidente que se produjo fue la rotura de la puerta, de cristal, del edificio donde se encuentra ubicado el consulado de Estados Unidos, en la vía Layetana. La manifestación no tuvo servicio de orden y transcurrió con toda normalidad con la colaboración de la Guardia Urbana. La Policía Nacional no hizo acto de presencia. La manifestación se celebró en medio de un ambiente festivo. Siguiendo la consigna de los organizadores, una gran mayoría de los manifestantes iba caracterizada de indio. El lema más coreado fue "indios al poder, yanquis a la reserva".

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