Una anticomunista visceral
Con mucho gusto contesto a mi compañera de partido (PSOE) Pilar Segura, que preguntaba en carta publicada en esta sección el 28 de abril para qué había yo luchado contra el franquismo, si luego, según ella, defendía el totalitarismo soviético en mi artículo La URSS y Occidente (EL PAIS de 23 de abril).Pues bien, la respuesta es muy sencilla. Luchábamos contra el franquismo, entre otras cosas, ,para que en España no hubiera gente que pensara como doña Pilar, esto es, para que no hubiese anticomunistas primarios y viscerales, tan abundantes en la dictadura, y también para que se respetaran los pareceres ajenos, aunque fueran distintos de los propios. Mi querida correligionana es un ejemplo de que no tuvimos éxito total, aunque, optimista como soy, creo que la suya no es la opinión general de los españoles, y menos la de los militantes socialistas.
Porque, si hubiera muchos que pensaran como ella, la cosa sería más que preocupante. Afirmar que comunismo es igual a nazismo llevará tarde o temprano a querer acabar con la Unión Soviética como sea, guerra nuclear incluida.-
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