El ritmo de la primavera sevillana
Fue el año pasado el primero que viví la primavera sevillana desde su comienzo. Uno, a fuerza de oír hablar de ella, llega a dudar, si no de su existencia mítica, sí de su existencia real. Bécquer, Cernuda y Manuel Machado -por citar a tres poetas bien conocidos- describieron sus impresiones sobre el particular y uno llega a comprobar por cuenta propia la exactitud de éstas. La mía personal fue antes que nada de asombro. Ver cómo una ciudad, casi sin sentirlo, va cambiando tan radicalmente su faz y el ritmo de vida de sus habitantes.Es a primeros de marzo, todavía el aire tornadizo, cuando el cielo empieza a adquirir muchas mañanas un azul tan vivo que parece como miniado en un Ebro antiguo. Es también a primeros de marzo cuando restalla la flor de azahar. Su denso aroma se respira por muchas callejas y plazuelas del casco antiguo. La primavera es en casi todas las culturas la estación sagrada por excelencia, aquélla en la que todo se renueva. Pero este renuevo resulta extraordinariamente Visible en Sevilla. La Semana Santa es, entre otras cosas, una fiesta para los sentidos: las barrocas marchas procesionales, el hondo lamento de las saetas, el olor a azahar y litúrgico incienso, el rico atavío de los pasos, la dramática expresión de las imágenes procesionales...
Mas es en abril, mes en el que se celebra la feria, cuando la primavera sevillana alcanza su momento más expansivo. Bécquer lo dijo mucho mejor de lo que yo siquiera podría soñar hacerlo: "Hay una riqueza tal de luz, de color y de líneas acompañados de un movimiento y de un ruido tan grandes que fascina y aturde. Figuráos a través de la saga de oro que finge el polvo ( ... ) el cielo azul y brillante, el aire como inflamado por los rayos de un sol de fuego que todo lo rodea., lo colora y lo enciende".
La descripción de Bécquer sigue correspondiendo a la realidad. Pero algunas cosas han cambiado desde que escribiera, en 1869, estas palabras. De entonces acá, la feria ha pasado, en líneas generales, de ser diversión de unos pocos y privilegio de una clase a convertirse en la manifestación de regocijo de toda una ciudad.
Poco después de la feria partirán las carretas para el Rocío, traca final (le esta gran explosión que es la primavera en Andalucía.
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