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Damasco media en la crisis libanesa mientras Beirut recupera la normalidad

"Beirut se recupera, al tiempo que la crisis se des. plaza de la calle a la unidad de vigilancia intensiva de Damasco", titulaba ayer en portada el diario izquierdista libanés As Safir, resumiendo la situación de la capital libanesa 48 horas después de la eliminación del grupo nasserista suní de los morabitun -considerados el caballo de Troya de los fedayin palestinos- por las milicias shií Amal y drusa del Partido Socialista Progresista (PSP).´

El jueves por la noche, el primer ministro dimisionario libanés, Rachid Karame, de confesión suní, viajó a Siria, con cuyo vicepresidente, Abdel Halim Jaddam, se entrevistó tres veces antes de ser también recibido ayer por el presidente, Hafez el Assad. Aunque los responsables sirios no se han pronunciado públicamente sobre la decisión de Karame, los periodistas libaneses aseguraban ayer de forma unánime que Damasco iba a pedirle que retirase su dimisión, "porque no existe alternativa al Gabinete de unión nacional" por lo menos hasta que finalice en junio la retirada israelí del sur de Líbano. Karame regresó a media tarde.Desde marzo de 1984, el jefe de Estado libanés, Amín Gemayel, renunció a la opción prooccidental de su país y buscó la ayuda del régimen baazista sirio para poner fin a la interminable guerra civil que asola Líbano. Al mes siguiente era formado el primer Gobierno de unión nacional, apadrinado por Siria y encabezado por Karame, de 63 años de edad, que presentó el miércoles su renuncia en protesta por los ataques a los milicianos suníes. En Damasco, el jefe en funciones del Ejecutivo expresó, según la prensa beirutí, su rechazo de "la dominación de una facción musulmana (los suníes) por otra (los shiíes)", insistiendo en que los primeros no están dispuestos a aceptar que el mantenimiento del orden en Beirut corra a cargo de la fuerza de choque constituida anteayer e integrada casi exclusivamente por shiíes y drusos.

La Prensa siria evita, por su parte, culpar explícitamente a nadie de los recientes sucesos sangrientos.

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